Parece ser que sí...que tengo un trabajo estable. No voy a cantar victoria porque es demasiado pronto (apenas llevo un mes en este sitio, no quiero anticiparme).
Y me asusté el otro día cuando mi coordinadora me dijo: Tienes que elegir tus vacaciones.
Tus vacaciones. Your holidays. Winter holidays!!!!
Come on!!!! Increiblemente rápido, no me fío demasiado de que esto sea real.
Ahora, después de años de inestabilidad laboral, me pregunto si sobreviviré a la mera idea de tener un trabajo permanente. Si paso los tres meses de prueba, estoy condenada a la comodidad de vivir en Dublín, en una casa con jardín, cabaña para mi bicicleta, una biblioteca y un centro comercial al lado y buses que llevan al centro (plus carril bici).
¿sobreviviré? ¿podrá conmigo la tendencia a rodar como una pelusa? ¿aguantaré la ausencia de sol sin incrementar mi ingesta de alcohol? (St Patricks se avecina...qué peligro!)
Nunca se sabe. Por cierto, siento pena de que para encontrar una vida un poco digna haya tenido que salir de mi propio país. Y pena de que cada vez me va a costar más volver, si las cosas salen bien.
Emigrar tiene mucho peligro. Si estás pensándotelo, ponte fecha de vuelta, no hagas como yo que no lo hice.
De hecho mi primer pensamiento al montarme en el avión fue: "Sara, ¿tú no serás como esa gente que le coge vicio a viajar y ya no es capaz de vivir en su propio país?"
De ello hacen al menos 3 años. Y sigo aquí. Sin comentarios.
jueves, 15 de marzo de 2012
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