Dicen, que dicen que debemos ser personas con la autoestima alta, la moral erguida, la frente desafiante, en vez de seres mediocres, que protestan y que se quejan siempre.
Idea copiada de una charla (de hoy) de esas que se dan a la gente de cierta generación que ha vivido en la teoría de que no valen un pimiento y necesitan para subirse la moral que les digan que han de repetir cada mañana 200 veces "soy una persona estupenda", como si al hacerlo, en vez de aparecer el diablo, apareciera nuestra estima y nos dijera: Hola tu dia va a ser perfecto. ¡Tachaaaan!
Ni que decir tiene, que nadie ha encontrado eso que llaman autoestima aún localizado en algún área del cerebro, y sin ánimo de menospreciar los términos psicológicos, pero con ánimo de despreciar al máximo los términos "kisch" psicológicos (en honor al Sr. Kundera y su maravilloso libro "La insoportable levedad del ser") voy a destripar un poco eso que llaman Autoayuda. O éxito asegurado. O "sea ud. un perfecto gilipollas, pero créase un semidios."
¿Por qué va a ser Kisch quererse a uno mismo/a? Porque utilizar la palabra "autoestima" como el centro del universo, olvidando aspectos como el entorno, las percepciones que puedan tener los demás de nosotros y nosotras, y más aún, las acciones que realicemos en nuestro medio, es crear a partir de la nada una emoción que va a ningún lugar.
Es muy kisch afirmar que, con el hecho de creer que somos estupendos y estupendas vamos a lograr que todo el mundo nos quiera, y más aún se trata de ignorar que, las personas actuamos según recibimos las acciones ajenas. No siempre, tampoco quiero ser reaccionaria, ni convertir al ser humano de un golpe de teclado en carne fresca para la teoría conductista (acción-reacción).
Verdad es, que según vemos el mundo así reaccionamos, por contra, pero no siempre que vemos el mundo bonito, es bonito.
"Oh, que bonito, una chabola". Pobres necesitados, sed positivos. Seguro que en algún momento de vuestras vidas tenéis suerte y el capataz que os está explotando decide pagaros el triple."
En realidad, según vemos el mundo la gente de clase media, biennacidos y bien situados, podemos cambiar las cosas. Pero...un botijo zamorano es un botijo zamorano, aquí y en cualquier lugar, al margen de que queramos que sea un jarrón de la dinastía ming.
(Lamentándolo mucho, lo material también está ahí, si no estaríamos hechos de aire).-Yo también quise ser etérea, menos mal que pasó la adolescencia, maldito infierno...-
Es una falsedad afirmar que, basta con creerse un dios para avanzar. También hay que creer que los demás pueden avanzar con nosotros. Lo que quiero decir es que, el exito depende de nosotros y de la confianza que tengamos en quienes están a nuestro lado.
Cualquier manual de autoayuda jamás te dirá: ¿No será que hay algo que no estás teniendo en cuenta? ¿Por qué te deprimes? ¿Qué es aquello que anhelas que no sabes cómo alcanzar?
Razona un poco...
Esos libros están llenos de consejos cerrados sobre cómo tu cerebro, sin ayuda de nadie se recompone solito, están hechos para que tú digas: YO puedo, todas las veces.
Pero...¡del dicho al hecho hay mucho trecho! Lo discursivo no cambia lo real, si no hay una emoción y una fuerza interior, que no todas las personas tienen siempre; sí algunas veces, pero para ello hay que vivir bastante y tener buena gente al lado.
Pero bueno, no cabe esperar demasiado de algo como una conferencia sobre la "Confianza" para crear empresas chuli-guays, y perdonen que no me quite el sombrero ante semejante timo, chapuza o repetición hasta el absurdo de consignas como "soy una diosa, aplaudéme"
De modo que, nada, sed felices o infelices. Pero no dejéis de sed vosotros mismos.
Algún día escribiré mi propio libro de Anti-autoestima Tópica. Y me llamarán destroy.(ups... ¿sera kisch ir a contracorriente?)
martes, 5 de mayo de 2009
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2 comentarios:
No pienso defender el boom de libros de autoayuda en general, pero tengo que decir que hay un par de autores que sí son buenos (en especial Eric Fromm). Personalmente, no creo necesitarlos para vivir, son cosas que cualquier persona puede razonar por cuenta (si algún día se pone a razonar, claro). En lo que refiere a la autoestima, los autores la defienden por que a la gente le ha entrado en la cabeza que es 'mala' y tiende a atacar a quien la tenga por causa de una especie de sentimiento de inferioridad. Se necesita autoestima para tener dignidad y un criterio más o menos nivelado, pero antes de tener autoestima habría que ganársela. No hay forma de que aparezca mágicamente. Cuando alguien tiene un nivel de 'autoestima' mayor a lo que interiormente cree que merece, debería mejor llamarse 'exceso de ego'.
En total, no considero que la autoestima lleve al éxito, a menos que uno planee obtenerlo dando una imagen falsa a los superiores y pisando cabezas por el camino.
Los verdaderos libros de autoayuda enseñan a entender nuestros sentimientos y saber lo que queremos, no a usar formulas mágicas de resolución de problemas.
Estoy muy de acuerdo contigo. Para que un libro sea de autoayuda no tiene porqué estar escrito en letras rojas gigantes, y tener un título parecido a "Como tener éxito en un minuto" o "Cómo ser una persona genial y no morir en el intento".
Me encanta Erich Fromm (leí El arte de amar) y me encantó precisamente porque no cae en eso de que las cosas deban ser mágicas, sino más bien en que hay que hacer un pequeño esfuerzo para no invadir nuestra cabeza de ruido inútil que nos impida amar como es debido.
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