Muchas veces no piensas en algunos proyectos, simplemente porque crees que no vas a poder llevarlos a cabo de ninguna manera. Pero existe el punto ese, en el que te das cuenta de que no siempre es primero la posibilidad y después la acción (el huevo o la gallina), sino tal vez a la inversa. (Entrecomillar esto, sé de sobra que hay situaciones en las que es primero la posibilidad) pero es que ¡¡¡Sin proyectos no hay posibilidad de conseguir lo que quieres!!!
Lo que le falta a una persona no emprendedora (y lamento el tono de manual de autoayuda que tiene esto) no es la posibilidad, sino el proyecto y tal vez creer en sus posibilidades.- dejando como siempre a un lado aquellas circunstancias muy muy limitadoras...en las que aún así, siempre hay alguna opción más de la que se puede ver.
La diferencia entre lograr algo, y planteárselo, está en las ganas y los medios que puedes llegar a buscar para hacer ese algo. Y en la cantidad de gente con la que cuentes para ello.
En estos días que acabo la facultad, sé a ciencia cierta, que puedo desanimarme muchas veces, pero que si hay algo que he aprendido es a mantener los ideales a pesar de las dificultades, y eso es algo que no se olvida facilmente.
Sonrisas para todos.
sábado, 6 de junio de 2009
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