Tenia las manos tan llenas de cosas que no podia recoger las piedras preciosas que habia caidas en el camino.
Una cuerda vieja, una piedra que ya no brilla mas, un reloj sin pilas, una vieja cadenita de oro desgastado. Tantos recuerdos de gente y de vidas que apenas habia dado a vasto para vivir, tanta vida decadente, que moria en sus manos cada dia, que se pudria en la ansiedad, en la tension de aquellos flacos tendones, cansados de ansiar algo que no podia alcanzar.
Tan ocupado estaba en guardar, que no se dio cuenta de que lo unico que necesitaba era abandonar esa ridicula chatarra inservible o quiza regalarla a alguien que pudiera necesitarla, y abrazar lo nuevo, el presente, como agua de mayo que cae y se desliza por la verde hierba.
Tal vez solo hacia falta que se diera cuenta de que aquello que realmente ansiaba era ser tenido en cuenta. Y bien mirado, ser tenido en cuenta no es lo mismo que tener mucho dinero en una cuenta.
Y colorin colorado, esta historia se ha acabado.
lunes, 22 de marzo de 2010
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