No alcanzo a entender en qué punto exacto de la historia decidimos como seres humanos que las palabras de emociones son para las mujeres, y que a los hombres se les tiene que educar en una especie de mutismo emocional, que en ocasiones les impide decir lo que sienten.
Una cosa bien distinta es que pensemos de formas diferenciadas por X motivos neurológicos; no tenemos las mismas formas de entender la realidad, y existen los roles.
Pero eso no debería significar que, cuando hay un problema exista una dificultad para verbalizar en palabras lo que sienten, una especie de autocontrol-incapacidad (no alcanzo a saber bien de qué se trata) que impide esa liberación en forma de verbo.
Ni que decir tiene que a algunas les resulta estupendo porque así son más manejables. Siento ser tan cruda, pero no hay nadie más manejable que aquel que no sabe definir con palabras sus propios sentimientos, porque en cierto modo se convierten para él en algo indomable, una fuerza oscura de la naturaleza, que le arrastra a paraderos desconocidos.
Así es que, tenemos esa ventaja, siento el feminismo de esta entrada, pero no me parece una cualidad que les haga inferiores ni mucho menos, ni todos se encuentran en ese punto tan extremo que estoy definiendo. Simplemente lo que estoy diciendo es que, tener un pobre vocabulario implica tener una herramienta tan útil como es el lenguaje atrofiada, y por lo tanto tener la dificultad para dominar tu propia realidad interna.
En la medida en que como seres humanos decidimos hablar más a unos que a otros, o de cierto modo ya estamos sesgando la realidad que van a vivir sin darnos cuenta.
Ni que decir tiene que los tiempos cambian y que, afortunadamente esto puede ser parte de ciertas generaciones. Quisiera pensar esto, y que los niños y niñas tienen la oportunidad de explicarse y se les habla mucho sean del género que sean, incluyendo el campo emocional.
Otras diferencias son simplemente parte de la vida, y por mucho que nos pongamos cazurros no tienen porqué desaparecer.
Y mira tú, si desaparecen, lo hace al mismo tiempo el encanto.
A ver a quién no le hace gracia que los hombres finjan fortaleza más aún sabiendo que es un papel, que por dentro están temblando de miedo-. Yo simplemente les dejo que la manifiesten, y me lo paso pipa, las cosas como son.
viernes, 17 de octubre de 2008
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