Urbanismo Protesta

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jueves, 26 de septiembre de 2013

Despues de un tiempo (largo) sin hacer nada más que tomarme vacaciones (ir a Madrid, ir a los Alpes y volver), he estado casi un mes desempleada, buscando trabajo. Si, de nuevo rodando como una pelusa. No sé que me pasa que no encuentro mi sitio. Se suponía que a los 30 ya tenía que tener todo el pack, el trabajo, la familia y los hijos...Pero la cosa va lenta, y con 31 aún sólo tengo el novio y una pasión innegable por la metodología Montessori. De todos modos... Feliz de la vida de que hoy, gracias a un arranque de pasión filosófica en una entrevista de trabajo, me he ganado la oportunidad de Oro de trabajar en una escuela Montessori de verdad, como profesora asistente. Ahora me tengo que ganar a los niños, a mis compañeras, a mi otra jefa...Todo un mundo. Tengo una semana laboral para hacerlo - y el resto del tiempo que durará mi contrato si paso la primera semana de trabajo.- Yo, profesora assistente de Montessori. No sabía que 4 años en Dublín pudieran dar tanto de sí...De hecho he aprendido en 4 años lo que no aprendi en 26 en Madrid: A ganarme la vida como pueda, y a defenderme en otra lengua. Si lo llego a planear, fijo que no me sale.

martes, 16 de julio de 2013

cuestión de sutilezas...supongo

El sol ha vuelto (Otra vez!!!) con 25 grados, como si fuera canarias, y esta vez me siento feliz y no echo de menos el verano madrileño. Puede que sea el primer verano en el que me decido a sacar el bikini y bajar a nadar al mar, y puedo nadar más de 3 minutos seguidos sin sentir demasiado frío. Lo mejor de todo es que ya está durando: 2 semanas con mínima de 18 grados, máxima de 25 a 27. Unbelievable! Supongo que mi vida está un poco condicionada por el clima; qué le vamos a hacer, hasta que no sales de la península no te das cuenta de lo bonito que es tener sol todos los días (o casi todos) y no al contrario, (tener el cielo bloqueado por las nubes todos los días) En fin, no quería hablar del tiempo, pero es inevitable dadas las circunstancias. Os quiero contar una anécdota relacionada con la cotidianiedad de estar con alguien de otro país, concretamente Francia. Con el buen tiempo, nos fuimos un fin de semana a las Mourne Mountains (En el norte de Irlanda) con un tiempo envidiable. Nos fuimos con un grupo de 6 personas, 4 franceses, un irlandés y una española (yo misma). Antes de preparar el viaje, dada la alta presencia de franceses en el grupo, decidí mandar un e-mail general pidiendo a mis amigos francoparlantes que por favor mantuvieran el 80 por ciento de las conversaciones en inglés.- No sin previa experiencia de estar con ellos y descubrir que no puedo seguir las conversaciones porque hablan más en francés que en inglés, aun estando yo presente... Todo bien, me respondieron que sí, que lo entendían y que viviendo en Irlanda era normal que hablaran inglés, no sin cierto tono de sorpresa por el mail. Dos días antes de irnos a las Mourne Mountains, mi novio me dice: Oye, creo que el mail que has mandado es un poco "rude" (no sé si traducirlo por maleducado), no me ha gustado nada. A lo cual le respondo que lo siento si le ha sentado mal, que no quiero prohibirle hablar francés, pero tampoco quiero quedarme fuera del grupo por no entender nada, y que si ellos hablan en francés yo me quedo hablando con nuestro amigo irlandés y se acabó. ¿Será cosa mía o hay cierta sensibilidad relacionada con la lengua francesa en general? El caso es que el fin de semana se llevó con mucha calma, y al final me hicieron caso y mantuvieron el inglés bastante tiempo (incluidas las veces que estábamos con el mapa tratando de encontrar el camino). La cosa no queda aquí porque se lo comenté a una amiga mía francesa, tratando de encontrar una explicación o de ver cuál fué mi error y me respondió que tendría que haberlo dicho de una forma más sutil, porque ellos nunca dicen esas cosas tan directamente o tan seriamente. A lo que yo añado que los franceses aman su lengua tanto que decirles que no la hablen es como pegarles una patada ahí mismo... No sé...a veces no los entiendo. ¿Será que los españoles somos muy directos? ¿será que yo soy demasiado directa?

sábado, 27 de abril de 2013

Volver a estudiar...debo de estar loca o algo así!

El sol ha vuelto con fuerza. Tanto que he podido hacer la colada en un día sin usar la secadora. Increible pero cierto, para Dublín esto es un récord. Y yo sin tiempo para estar ahí fuera, poniéndome morena (si es que con 7 grados eso es posible) En vez de irme a ver el mar, o a pasear...me he quedado con María montessori y sus ideas, haciendo un trabajo para mi nuevo curso de Montessori. Esa pedagogía desconocida en España, pero super-popular en Irlanda. Sí, voy a ser profe montessori, algún día, y los niños me hablaran en vez de gugutatarme todas las mañanas o llenarme los pantalones de mocos. Yes, it will happen, eventually! Montessori, bella metodología. Un tanto estricta, pero un tanto interesante. ¿sabíais que la forma de ponerse los abrigos en educación infantil dándoles la vuelta, es gracias a María Montessori? ¿y que gracias a ella (y a Fröebel) se empezó a pensar en adaptar los muebles al tamaño de los niños en las escuelas infantiles? ¿sabíais que los niños adoran sentarse durante un buen rato para emparejar llaves y candados? Si...les fascina, lo he visto con mis propios ojos. También doblan pañuelos por la mitad, y aprenden inconscientemente la diagonal, la mitad de un cuadrado, y otros conceptos matemáticos. Desde luego, la mujer organizada era. Es más, gracias a ella me estoy dando cuenta de la importancia de aprender procesos (y no sólo resultados) en la educación infantil. Nunca he sido tan consciente de que en mi propia vida madrileña, a veces no tenía ni tiempo para hacer las cosas bien. Ojalá algún día el método montessori se haga popular en España y aprendamos a hacer las cosas en educación con mucho cuidado, sin prisa pero sin pausa.

viernes, 22 de febrero de 2013

Mujeres en la treintena

Creo que tras una pequeña crisis de decepción profunda, empiezo a resurgir con la primavera... Y resurjo en nuevas formas de cariño hacia mi novio, hacia los bebés que tengo que cuidar día a día (y que se me ponen malitos a pesar de las medidas de esterilización de juguetes y de lavado de manos constante). Me puedo considerar feliz: tengo 30 casi 31 años, pero tengo un lugar donde vivo a gusto sin compartir con mi madre - independiente- tengo amigos, hago bromas en clave cultural y la gente se ríe (incluso cuando no vivo en mi país de origen) y el trabajo no es demasiado estresante - sólo algunos días en los que renunciaría y quizá me iría al paro a vivir la vida feliz y nadar en el mar ahora que la primavera está asomando la nariz, y a viajar...¿con qué dinero? No sé, soñar es gratis... Ya..Y viajar, ¿también lo es? Ayer estuve hablando con una amiga francesa y me di cuenta de las trampas para una mujer en los 30. Las mismas quizá que para un hombre, pero no sé, si tuviera un poco de feed-back masculino, quizá pudiera modificar esta idea y decir que no son exclusivamente femeninas... Dos de mis mejores amigas en Dublín, mayores de los 30 están a punto de cambiar su vida por un hombre. Una de ellas se ha quedado embarazada, con una pareja de menos de un año de duración. Le pregunté qué es lo que iba a hacer. Bueno, si el bebé está sano, adelante con ello. Viviré con mi pareja y trataré de formar una familia. Creo que en el fondo tiene miedo de que si tomara la decisión de abortar se quedaría totalmente sola y sin pareja, porque él quiere tener una familia. ¿la decisión apropiada? No sé. Supongo que es la decisión apropiada para ella. Yo, no sé tampoco lo que haría, la verdad. Por el momento parece que se conforma con ello, porque ha llegado así. La segunda amiga, quizá la que más me preocupa, es una que se ha ido a vivir a París con su novio pakistaní, y una de las cosas que hizo cuando dejó Dublín es deshacerse de sus vestidos y zapatos de tacón, porque a él no le gusta verla salir vestida así. Y también cuyo novio mencionó en Paris que no le gustaba como vestían las europeas, que si los hombres les decían algo que no protestaran luego. Esta amiga ha estudiado sociología, es una mujer un poco feminista, bastante liberada...no sé algo no me encaja. Creo, sinceramente que el peor de los miedos a los treinta años es el miedo de quedarse sola. Hablemos claro. A los 20, nadie aceptaría estas cosas. Pero a los 30, incluso esperamos e imploramos que el otro no sea lo que realmente es, porque no queremos encarar la soledad. Como si el reloj vital estuviera empezando a contar en contra nuestra.