Urbanismo Protesta

  • http://bicicritica.ourproject.org/web/
  • http://quierescallarte.ourproject.org/

martes, 30 de septiembre de 2008

Soñé...

Esta tarde, soñé despierta.

Me invitaron a una presentación de un proyecto en El Quijote, un colegio que hace honor a su nombre, por ser uno de los pocos que trabaja en una línea diferente con los niños. Tan diferente que te puedes encontrar al grupo-clase preparándose una Ópera con la guía (que no dirección) del adulto.
Mucho más allá del currículum existen formas de aprender que no necesariamente tienen que ser estandarizadas por los mínimos o máximos que exigen las leyes. El equipo educativo del Quijote, de hecho sobrepasa los mínimos, de una forma que, si te la cuentan podría parecer un milagro, que no lo es: más bien es cuestión de voluntad y trabajo en equipo. Cuando se prepara un proyecto no se limita al aula donde se está impartiendo la clase, sino que afecta al centro en su totalidad, se organiza en torno al todo que constituye la comunidad educativa, y no consiste única y exclusivamente en conseguir un objetivo, sino en que niños y adultos participen y aprendan unos de otros en el proceso de conseguir hacer un espectáculo (o algo bien distinto...no todos los proyectos son iguales ni llevan la misma dirección).

El proyecto al que hago referencia se realizó el curso pasado en tres colegios de la Comunidad de Madrid, a raíz de una ayuda ofertada por el Teatro Real. Esta tarde nos invitaron amablemente a ver algunas pinceladas en vídeo de las tres obras de teatro que se presentaron.

Soñar, y hacer, es menos gratis de lo que pensamos, requiere un esfuerzo y una disposición interna, y sobretodo tiempo...pero en el proceso se aprende mucho. Basta con mirar las caras de los profesores de un centro así y plantearse, si no sacrificamos demasiado cuando tenemos miedo a crear con los niños, a personalizar y hacer de las aulas un espacio de comunicación, miedo que es sobretodo a perder tiempo de clase para hacer algo tan importante como favorecer la expresión libre de los niños, encaminarla hacia el arte mismo.
Sus caras reflejan la misma luz que los niños tienen en su mirada. Tienen un brillo especial.

Quien no quiera mirar, que no mire. Pero está claro que en este sistema educativo donde funcionamos a base de recetas prescritas por otros tecnólogos de la educación como si fueran pastillas mágicas, a base de miedos, de criterios que están por encima de los intereses más profundos de los niños, no nos preguntamos más allá si eso que están aprendiendo merece la pena ser digerido de esa forma o si tan siquiera les sirve para apasionarse con lo que aprenden.
El saber no es burocracia pura y dura.

De modo que, hay que elegir; la seguridad de que las aulas no van a ser distintas unas de otras, de que van a llevar las mismas dinámicas, libros y contenidos o la incertidumbre de enfrentarse a eso que tienen los niños y niñas dentro de su cabeza y alcanzar con ellos el conocimiento.
Así que, fuera miedos. No estamos hechos para la derrota, nunca es tarde para reaccionar a tiempo y dar lugar a ese maravilloso milagro que es el aprendizaje.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Cómo amargarse la vida

Lo que voy a exponer a continuación forma parte de un libro que se llama "El arte de amargarse la vida", ideal para descubrir los argumentos que trama nuestro imaginativo coco
para amargarse. No está escrito tal cual, pero la esencia es la misma.

Primer paso para amargarse la vida (el brikindans...ups, creo que estoy poseida por la cultura chiki chiki...):
- Pensar que las cosas no pueden estar peor de lo que están.

Segundo paso: (el crusaito...de cables)
- Pensar que lo que ha sucedido, no sólo no puede estar peor, sino que para colmo, va en contra nuestra. No hay otra persona en el mundo a la que le haya sucedido lo mismo jamás. Única y exclusivamente nos sucede a nosotros esa circunstancia fastidiosa y maligna.

Tercer paso:
- Esa circunstancia espantosa y que iba justo en contra nuestra...no tiene solución alguna. O la solución está en manos de la persona que produjo esa circunstancia, de modo que estamos atados de manos. Hay que defenderse como sea, quejarse o devolver el desagravio.

Cuarto paso:
- Tirarse al suelo y exclamar: "Oh, mísero/a de mí".

(Aplausos). La interpretación es perfecta, el escenario está puesto (no hace falta disfrazarse demasiado, y hay público por todas partes. Así que, luces, cámara y acción...De aquí a Holliwood.

martes, 23 de septiembre de 2008

Bienvenidos a privatizalandia

Había una vez un país llamado Privatizalandia, cuya princesa se llamaba Esperanza y vestía de verde botella.
Los habitantes de Privatizalandia tenían que aceptar cosas como que la formación de sus profesores se viera reducida, a 5 CAP´s (cinco centros de atención al profesorado), que sus escuelas infantiles tuvieran capacidad para más de 14 niños por aula (de 1 a 2 añitos) y que la sanidad se dejara en manos privadas consiguiendo bajar su calidad considerablemente.

Sabemos que esto no es un cuento, que es una realidad, Privatizalandia es Madrid, los CAP son los centros donde los profesionales de la educación demandan su formación. Para leer el manifiesto en contra pinchar aquí.
http://recuperarmadrid.googlepages.com/manifiesto_firmas11.pdf

Para colmo, se incluyen actividades extraescolares como parte de la formación del profesorado (sutil forma de hacer horas extra sin pagarlas como es debido).
Lo de las Escuelas Infantiles, otra vergüenza; la diferencia es también sutil: cambiar número máximo en un Real Decreto de Mínimos de la Etapa Infantil. De 12 a 14 niños en 1-2 años, y de 15 a 20 en 2-3 años.
Repetiré la cifra 14, en la etapa de cambio del pañal al water, cada cual a su ritmo, a ver si vamos a pensar que los niños se desarrollan todos homogéneamente para no molestar.
Siento ser escatológica, pero para quien no ha trabajado jamás en Infantil, no lo puede entender si no lo explico bien. Con la corta edad de año y medio el mundo es una prolongación de sí mismo. ¡¡¡ 14 mini-yos con pañal que están en plena fase de cambio para una sola persona!!!! 14 personitas que necesitan una atención casi exclusiva...eso sin contar con los 14 padres a los que hay que dedicar también atención personalizada.
Y la otra cifra... 20 niños de 2 a 3 años todos y cada uno de ellos con sus necesidades. Bien... creo que desde ahora la profesión de Educación Infantil de 0 a 3 va a ser la que más índice de depresión y bajas por lumbago va a tener.
Otro detalle menos escatológico: no es igual cambiar a un niño que cambiar a 14. Y menos a 20, ahora que los niños están con pañal hasta los 3 años.

Tal vez en una sociedad donde haya conciliación entre la familia y el trabajo, es decir, que las jornadas laborales permitan a las familias atender a sus hijos de cierta edad, no existirían las escuelas infantiles. Lo siento, es la pura verdad: se trata de un servicio necesario por el tipo de sociedad en el que vivimos. O eso, o la alternativa tradicional: cargar a los abuelos con los críos.

Partimos de la base de que existe la necesidad y existen las escuelas infantiles. Pero con el dichoso decreto da igual que se llamen Escuelas infantiles o Reales Aparcaniños, porque el servicio ya no es una atención adecuada ni personalizada.

Empieza el curso cargadito de "buenas noticias". Eso sí, todos corriendo a por el I-phone, que nos va a solucionar la vida.

sábado, 20 de septiembre de 2008

No debes

No debes hacer lo que no quieres, pero tampoco debes hacer lo que quieres. Eso sí, haz lo que quieras, que no se diga que no te dejamos libertad para decidir, no me digas que no te dejamos espacio para tí misma.
Eso sí, cuando decides libremente, me parece que te estás comportando de una forma un tanto, cómo decirlo ¿egoísta? porque de tí debería salir hacer lo que hay que hacer, es decir lo que manda el sentido común.
Y el sentido común es que hagas lo que yo quiero. No sé si me explico.
Eso sí, no quiero que pienses que sólo quiero que hagas lo que yo quiero hacer.

¿Ha quedado claro?

Firmado:

Doña sutileza.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Hapiness

Felicidad....

Yo ya no sé si existe eso, las cosas como son. Existe la pelea con las circunstancias para ser felices, existe la intención y el momento fugaz, y además la sensación de que los momentos mejores se te escurren de la mano como arena fina del desierto.
Todo eso está ahí, y no está.
De modo que, cuando hablamos de felicidad ¿de qué leches estamos hablando?
Si queremos decir cliché de película, paso olímpicamente del tema.
Pero si significa apurar lo que tengo delante, estoy más de acuerdo. Difícil de llevar a la práctica pero la clave de la felicidad. Ser. Hacer actividades satisfactorias o no estando en el momento diario.
Y digo o no, porque esto es lo más difícil de aceptar: buscarle al momento algo que lo haga atractivo de ser vivido en este preciso instante.

Todo ello, sin receta alguna, así, a pelo, como si nos hubieran dejado aquí, en este mundo tan complicado sueltos y nos hubieran dejado, como quien dice, en pelota picada, y ala, apáñatelas como sea, no te pienso dar ni un mapa ni una brújula.
Sólo tienes a los demás y cierta tendencia a comunicarte porque si no te da un chungo. Muy bien, sr Dios, ¿y ahora qué hacemos con todo esto?

Aún así, gracias por dejarme en este mundo tan complejo. Lo mismo hasta aprendo algo y todo. Tal vez a vivir, quién sabe.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Cristianismo y Laicidad (XXVIII Congreso de Teología)

En septiembre se me desperezan las neuronas, y mi lado filosófico aflora, como si fuera una tortuga, dormida por el aletargamiento. Así de rara es una, qué le vamos a hacer; a unos les entra el síndrome post-vacacional y otras nos tragamos charlas. ¡Ces´t la vie!

Para empezar un poco a desperezar este yo filosófico quiero hablaros de un congreso que se está celebrando ahora, sobre Cristianismo y Laicidad; tema que si bien no es de lo más conocido, tiene muchísimas implicaciones en las relaciones sociales, educativas y políticas.
A ver quien no recuerda esas manifestaciones de la Iglesia (o Jerarquía para el lado más liberal de la propia iglesia) a favor de La familia, o las peleas con el Estado para promover la objección de conciencia contra la Educación para la Ciudadanía. Aquí no hablaré de esto último por falta de información, pero todo se andará.

Todos estos temas no se están tratando directamente, pero si están surgiendo transversalmente en el congreso, a raíz de temas como los modelos de familia, la ética y la laicidad y la descripción del laicismo como un fenómeno complejo.
Han hablado personas como Victoria Camps (Catedrática de Filosofía Moral de Barcelona), Jose Antonio Marina (Filósofo) y gente perteneciente a colectivos importantes como la Junta Islámica de España e incluso del COGAM (Colectivo de gays y lesbianas de Madrid), entre otros tantos, que no voy a comentar aquí por ser demasiados para la extensión que requiere un blog.
Voy a pasar a comentar algunos puntos interesantes; y chocantes para lo que se entiende de lo que es ser cristiano desde la gente no cristiana, con el objeto de desmitificar y mandar al cuerno de una vez por todas esa imagen tan absurda que se ha creado de la mentalidad de los creyentes, que no es más que el reflejo de las noticias de la TV y de la ignorancia que se tiene sobre estos temas.

Ayer, sin ir más lejos, se estuvo hablando de la familia como modelo de referencia de consumo, como una agrupación ligada al consumo capitalista; con las críticas a este modelo, que impone formas de relacionarse más allá de lo que el cristianismo predica (El amor al prójimo). El familismo, decía la ponente, Nancy Cardoso (teóloga de Brasil) es un movimiento de presión hacia la creación de familias en torno a un único modelo; sólo hay que contemplar los anuncios y reflexionar en torno a los papeles que en ellos desempeñan las personas de las familias.
Resumiendo mucho, lo que hay que hacer es evitar que el capitalismo organice los afectos de las personas.

Otra cuestión necesaria de tener en cuenta es aquella de permitir a las personas, sea cual sea su agrupacion familiar (monoparental, matrimonio homosexual, matrimonio heterosexual o pareja de hecho) poder elegir la religión libremente, sin tener que cuestionarse si deben dejar de ser quienes son para creer en Dios. - En los momentos orgásmicos, decía la ponente, hay quien grita ¡Dios mío! ( ¿y porqué no lo van a hacer dos hombres o dos mujeres?). Creer también es disfrutar de lo mejor que puede ofrecer la vida.
Lo más interesante de todo esto es que uno de los ponentes, ante una pregunta sobre el matrimonio es que, antes del siglo XVII no había matrimónio tal y como se conoce ahora, y sin embargo la gente también se casaba, sin que tuviera que pedir permiso a la Iglesia por ello.

¿De dónde salió entonces esta mania de querer que lo que es un matrimonio, indistintamente del género, se llame de otro modo? Está clarísimo que razones religiosas no son. Más aún, se comentó que el matrimonio homosexual hasta el siglo XII era algo normal (Quiero recalcar que esto lo dijo un ponente que escribe en Éxodo, una revista religiosa cristiana).

En otra ponencia, igualmente sustanciosa, Victoria Camps habló sobre la ética y las relaciones conflictivas con la iglesia. La ética es previa o anterior a la religión, en cuanto a que las religiones establecen una serie de principios coincidentes con los derechos humanos.
En gran parte de las biblias existe un "no matarás", una defensa de la dignidad humana que es autoevidente, o racional; la diferencia reside en el fundamento de este principio básico.

Unos lo basan en un principio evidente por sí mismo (los laicos): la dignidad del ser humano se debe a que es un agente moral autónomo y por ello es sujeto del derecho a la vida, siendo la libertad la sujección máxima del principio (Kant).
Los cristianos y creyentes lo basan en cuanto que como criatura (creada por Dios) es sujeto de dignidad, por lo que hay de divino en el ser humano creado (cosa que no excluye a otras criaturas de la naturaleza ni siquiera).
Los fundamentos serán distintos, pero en el fondo hay algo que nos impide crear una ética del asesinato permitido. No sería una ética. De ahí que sea algo racional y previo a las creencias sobre dios.- Esto no es mío, lo dijo Victoria Camps en su ponencia.-

¿Y por qué es importante todo esto? Porque implica la necesidad de separar la ética de la religión como creencia. Eso sería laicismo y no la oposición a la religión. El hacer no es religioso, es ético. Es el resultado de un consenso social, de unas convenciones (por rancia que suene la palabra) sociales.
Donde existe el conflicto es en aquellas verdades no autoevidentes, y es donde hay peleas, que no diálogos donde se pongan las cartas sobre la mesa y se tengan en cuenta los puntos en común de ambas posturas. Son conflictos interpretativos que requieren de posiciones dialogantes. El problema es que, no existen tales posiciones en el conflicto iglesia-estado. Las leyes avanzan, pero el ciudadano debe avanzar con ellas y no ser arrastrado en las reformas, debe tener un tiempo para reflexionar sobre lo que se legisla.

( es la democracia al revés, el ciudadano debe adaptarse, a mi entender se trata de una democracia un poco diferente de su significado principal: el poder del pueblo).

Dentro de la propia Iglesia hay posiciones y formas de entender el Evangelio, y una pregunta muy buena es la siguiente:

¿Las cosas son buenas porque Dios las quiere o Dios las quiere porque son buenas?
El que responde lo primero, está aceptando el determinismo en su vida. El que contesta lo segundo está aceptando su libertad para hacer el bien.
Esto nos lleva a entrever formas de creer, a diferenciar entre formas de vivir la religión y la propia actitud ante la vida. Digamos, grosso modo que la parte más visible de la Iglesia, la inamovible está más por la primera postura (el determinismo) que a mi modo de ver las cosas, no es muy favorecedora del diálogo.

Tras algunas de estas cuestiones que son largas de explicar, me gustaría concluir diciendo que el mundo religioso es mucho más amplio de lo que se pretende reflejar desde los medios de comunicación y de lo que se quiere entender. Tal vez conviene pararse a reflexionar sobre lo que implica ser laicos, en relación con lo que implica ser religiosos y no necesariamente desde el prejuicio de que toda religión es fundamentalista.

A vista de pájaro todos los árboles son iguales, pero ¿qué tal si nos damos un paseo por el bosque?