Es complejo crecer en una lógica cercana a la negación de una misma, para volver a la lógica radical del amor y la coherencia interna.
¿De qué estoy hablando? Buena pregunta. De cómo es complicado pasar de cierta esclavitud y cierta lógica de la negación de uno o una misma, a la lógica de dar lo que realmente se quiere dar porque existe una correspondencia, una equidad en lo que se da y recibe, no siempre perfecta.
Existe una ética arraigada en la negación personal, el sacrificio, la casi autoinmolación por los demás (que se ha hecho llamar cristiana, quizá erróneamente) y una ética más arraigada en la lógica natural del amor.
El amor es armónico, natural. No se basa en un intercambio comercial de naturaleza material, aunque se sustenta en lo material (tenemos cuerpos, vaya, manos para acariciar, brazos para abrazar, es evidente).
Sin embargo, la lógica del autosacrificio por los demás, aunque posee una parte sabia de generosidad y despierta en los demás cierta atracción y confort, tiene una parte negativa que puede hacer que las personas recaigan en el egoísmo, un tipo distinto de egoísmo defensivo.
Para que se me entienda, si yo siempre doy hasta la saciedad y no dejo nada para mí, me sentiré indefensa, dependiente de las respuestas de la gente a lo que yo doy, vacía de contenido alguno.
En cambio si ofrezco siempre desde lo que puedo ofrecer, dejando una parte de mí sin compartir, para mi propio regocijo, será más fácil sentir que la generosidad realmente me deja a gusto. Más allá de esperar que la gente me devuelva lo que me falta, disfrutaré sin compromiso del mismo hecho de compartir con los demás ese espacio común, y de tener algo para mí misma.
Puede sonar evidente, o quizá simplista, pero generaciones enteras de madres han seguido la lógica del dar sin parar, olvidándose de su propia vida, y al final las mujeres que las seguimos pensamos que llegaremos a algún lado así. Y eso es lo que hace que las madres nos parezcan pesadas, o quizá a veces un poco sobreprotectoras, invasivas o irascibles...
¡¡Normal!! Si yo no hubiera tomado mi propio camino, quizá estaría repitiendo los mismos patrones familiares, nada recomendable, y no es que me queje de mi familia, tienen como todas las familias cosas buenas y malas. En cierto modo, crecer es reconstruirse, conservando siempre aquellos valores buenos, en la medida de lo posible.
Es más sencillo de lo que parece, se trata de ser capaces de ofrecer desde lo que se puede. Sin esfuerzos innecesarios. Sin dejar a un lado la propia forma de ser y pensar.
Mostrando entradas con la etiqueta filobloggia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta filobloggia. Mostrar todas las entradas
sábado, 25 de septiembre de 2010
domingo, 4 de julio de 2010
Banderas rojas entre banderas multicolores
Buscando luces entre las sombras del borreguismo futbolero habitual en nuestro país, encontré algo llamativo:
La fiesta del orgullo estaba plagada de banderas multicolores, como siempre, y también, ¡oh, sorpresa! banderas españolas.
¿Es un avance? ¿supone que, por fin, vamos a aceptar la bandera como una mera representación de la nación donde nacimos? ¿dejará de ser un símbolo fascista?
Curioso y quizá producto de la coincidencia (fiestas del orgullo y celebración de partido). Ojala se tratara de un adoquín menos en el camino hacia la playa. O quizá es sólo una visión ilusoria que no indica nada. En cualquier caso, ahí queda eso.
La fiesta del orgullo estaba plagada de banderas multicolores, como siempre, y también, ¡oh, sorpresa! banderas españolas.
¿Es un avance? ¿supone que, por fin, vamos a aceptar la bandera como una mera representación de la nación donde nacimos? ¿dejará de ser un símbolo fascista?
Curioso y quizá producto de la coincidencia (fiestas del orgullo y celebración de partido). Ojala se tratara de un adoquín menos en el camino hacia la playa. O quizá es sólo una visión ilusoria que no indica nada. En cualquier caso, ahí queda eso.
domingo, 13 de diciembre de 2009
Sentido
El caminante miraba hacia la oscuridad de la noche, tratando de ver algo, maldiciendo su suerte, cuando un peregrino se acercó y le dijo:
¿Algún problema? ¿te puedo ayudar?
No, simplemente es que tengo que llegar mañana al pueblo más cercano y no tengo luz.
¿Por qué no enciendes una linterna?
No puedo, gasto pilas. Y no tengo.
Pero...yo te dejo, no las necesito.
No puedo, luego te deberé un favor. No sé como pagarte. Puede que no nos volvamos a cruzar en el camino.
No me importa, límitate a seguir tu camino, ya necesitará alguien de tí en otro momento y sabras ayudarle.
Pero...¿eres de una secta? (Mirada recelosa)¿qué quieres de mí?
Nada. Simplemente no necesito estas pilas. Tómalas, son tuyas.
(El caminante arrojó las pilas al suelo y continuó lamentándose de su suerte.)
¿Seguiremos siendo como el caminante que mira la oscuridad impotente, sin hacer nada por aceptar las ayudas que le llegan?
A vosotros, a las luces que voy encontrando en mi camino, que me ayudan a seguir adelante con mis ilusiones y proyectos
Nada mejor que una deuda sin saldar como para generar movimiento.
¿Algún problema? ¿te puedo ayudar?
No, simplemente es que tengo que llegar mañana al pueblo más cercano y no tengo luz.
¿Por qué no enciendes una linterna?
No puedo, gasto pilas. Y no tengo.
Pero...yo te dejo, no las necesito.
No puedo, luego te deberé un favor. No sé como pagarte. Puede que no nos volvamos a cruzar en el camino.
No me importa, límitate a seguir tu camino, ya necesitará alguien de tí en otro momento y sabras ayudarle.
Pero...¿eres de una secta? (Mirada recelosa)¿qué quieres de mí?
Nada. Simplemente no necesito estas pilas. Tómalas, son tuyas.
(El caminante arrojó las pilas al suelo y continuó lamentándose de su suerte.)
¿Seguiremos siendo como el caminante que mira la oscuridad impotente, sin hacer nada por aceptar las ayudas que le llegan?
A vosotros, a las luces que voy encontrando en mi camino, que me ayudan a seguir adelante con mis ilusiones y proyectos
Nada mejor que una deuda sin saldar como para generar movimiento.
domingo, 12 de julio de 2009
La huella de viernes
Hace algún tiempo, unos meses, en una clase me hablaron del relato de Robinson Crusoe, y concretamente de un pasaje en el que Robinson ve una huella de humano y empieza a plantearse lo problemático de que haya otro ser humano en el mismo espacio que él.
Es entonces cuando empieza a sentirse inseguro, no sabe si va a ser un amigo o un enemigo, la incertidumbre aflora y la sensación de zozobra.
Recordé este pasaje del libro esta semana, cuando un niño de 4 años en el patio me dijo:
"Ese niño no nos hace caso, no se quiere quitar de en medio" (estaban jugando al futbol).
Yo le pregunté por qué no le pedían que jugara con ellos, porque parecía querer unirse al grupo,y el niño me respondió:
"¿Y si no nos hace caso?"
Esa es la huella de la incertidumbre. Nunca podemos asegurar nada con respecto a los demás, pero tenemos que correr esos pequeños riesgos: preguntar, interesarnos por el otro, afrontar el riesgo de que no nos correspondan y un largo etcetera.
Mi respuesta, ante eso no fue un: seguro que dice que sí. Me limité a decirle: Bueno, prueba, a ver qué sucede.
En mi experiencia con los niños a diario me acabo siempre dando cuenta de que en realidad no son tan diferentes a los adultos. Nosotros en vez de preguntar a otros qué va a suceder, actuamos con cautela ante el otro que nos es desconocido. No hay tanta diferencia en realidad. Todos en el fondo tenemos que afrontar cada día esa incertidumbre, que hace la vida más compleja y al mismo tiempo más emocionante, si sabemos disfrutar de ello.
(Para los peques del campamento urbano, con amor.)
Es entonces cuando empieza a sentirse inseguro, no sabe si va a ser un amigo o un enemigo, la incertidumbre aflora y la sensación de zozobra.
Recordé este pasaje del libro esta semana, cuando un niño de 4 años en el patio me dijo:
"Ese niño no nos hace caso, no se quiere quitar de en medio" (estaban jugando al futbol).
Yo le pregunté por qué no le pedían que jugara con ellos, porque parecía querer unirse al grupo,y el niño me respondió:
"¿Y si no nos hace caso?"
Esa es la huella de la incertidumbre. Nunca podemos asegurar nada con respecto a los demás, pero tenemos que correr esos pequeños riesgos: preguntar, interesarnos por el otro, afrontar el riesgo de que no nos correspondan y un largo etcetera.
Mi respuesta, ante eso no fue un: seguro que dice que sí. Me limité a decirle: Bueno, prueba, a ver qué sucede.
En mi experiencia con los niños a diario me acabo siempre dando cuenta de que en realidad no son tan diferentes a los adultos. Nosotros en vez de preguntar a otros qué va a suceder, actuamos con cautela ante el otro que nos es desconocido. No hay tanta diferencia en realidad. Todos en el fondo tenemos que afrontar cada día esa incertidumbre, que hace la vida más compleja y al mismo tiempo más emocionante, si sabemos disfrutar de ello.
(Para los peques del campamento urbano, con amor.)
viernes, 22 de mayo de 2009
Un cadáver exquisito
Iba yo esta noche con mi amiga Mitla por Alonso Martinez, buscando un local muy bonito, impregnado de recuerdos, de charlas con amigos y amigas, de juegos de mesa como el tabú y tantos otros. La cuestión es que, quería enseñarle el local y ya de paso sumar un momento más a mi rincón de la conversación, ese bar donde te gusta llevar a gente para hablar de cosas íntimas, en definitva, un rincón donde escapar del ruido de los garitos chunda chunda.
Total, que, cuando llegué al sitio en cuestión, me he encontrado un cartel totalmente distino, y un lugar radicalmente diferente:
Las paredes de mi maravilloso oasis estaban pintadas de azul (uno de mis colores favoritos) y tenían planetas que brillaban. También tenía unas lámparas hippies, de esas triangulares con muchos colores.
Pues bien, esa imágen de oásis cálido se ha visto truncada por otra bien distinta: Un local cuyas paredes eran políticamente correctas, pintadas de color blanco y beis, y en uno de los lados con dibujos de diseño moderno.
Las sillas, que eran de fabricación totalmente casera, también pintados de azul océano, con cojines también de colores, han sido cambiadas por estúpidas sillas de diseño, de esas ovoides, que parece que más que sentarte vas a poner un huevo, cual gallina clueca.
Y los camareros, que eran unos auténticos hippies alternativos, comeflores, ya no eran así: se trataba de un chico y una chica vestidos con mucha modernidad en peinado y estilo, completamente de negro. Muy fashion, vamos.
Os podéis imaginar que yo no iba a entrar en aquel cadáver de mi entrañable oasis, del cual sólo quedaba la forma de las paredes y el wc, al que no habían conseguido arrancar ese olor a incienso, que recordaba al antiguo bar donde yo iba. Pero, mi amiga tenía curiosidad, porque nunca había estado allí antes, y no se sentía como yo pisando un cementerio de recuerdos.
Total, que hemos entrado, nos hemos sentado y mientras charlábamos, yo miraba con ojos rencorosos a ese despojo de local, cadaver exquisito de mi antigüo oasis (hay que ver lo que nos aferramos los seres humanos a lo que ya no existe)y súbitamente ha sucedido algo: Han puesto una canción de Depeche Mode, un grupo que me enciende las pilas bastante.
Yo creo (aunque no lo afirmaría abiertamente delante de un psicólogo, por si las moscas) que el local me estaba haciendo ojitos, convenciéndome de que, tal vez podía aceptar que, ya no tendría más momentos en mi querido bar, que en el fondo esos dos locales tenían en común algunas cosas.
Pero, hablando con mi amiga del tema, me ha dicho, que bueno, que ahora justo estaba rellenando de un momento nuevo ese lugar, y que total, mi oásis seguía existiendo en mi memoria.
Así que, he decidido pasar página, y aceptar el cambio, no sin cierto pesar.
Y al salir y ver la mirada atónita de otras personas que iban al mismo oasis que yo, les he dicho: No busquéis el Sedna.Este es otro garito, el otro ha muerto.
Así es a veces la memoria humana: donde no crees que nada te va a ser familiar, súbitamente encuentras algo que te hace sentir como si estuvieras en casa. Y por contra, donde esperas encontrar algo familiar puedes encontrarte con que todo ha cambiado.
Lo bonito como siempre es, vivir para contarlo.
Total, que, cuando llegué al sitio en cuestión, me he encontrado un cartel totalmente distino, y un lugar radicalmente diferente:
Las paredes de mi maravilloso oasis estaban pintadas de azul (uno de mis colores favoritos) y tenían planetas que brillaban. También tenía unas lámparas hippies, de esas triangulares con muchos colores.
Pues bien, esa imágen de oásis cálido se ha visto truncada por otra bien distinta: Un local cuyas paredes eran políticamente correctas, pintadas de color blanco y beis, y en uno de los lados con dibujos de diseño moderno.
Las sillas, que eran de fabricación totalmente casera, también pintados de azul océano, con cojines también de colores, han sido cambiadas por estúpidas sillas de diseño, de esas ovoides, que parece que más que sentarte vas a poner un huevo, cual gallina clueca.
Y los camareros, que eran unos auténticos hippies alternativos, comeflores, ya no eran así: se trataba de un chico y una chica vestidos con mucha modernidad en peinado y estilo, completamente de negro. Muy fashion, vamos.
Os podéis imaginar que yo no iba a entrar en aquel cadáver de mi entrañable oasis, del cual sólo quedaba la forma de las paredes y el wc, al que no habían conseguido arrancar ese olor a incienso, que recordaba al antiguo bar donde yo iba. Pero, mi amiga tenía curiosidad, porque nunca había estado allí antes, y no se sentía como yo pisando un cementerio de recuerdos.
Total, que hemos entrado, nos hemos sentado y mientras charlábamos, yo miraba con ojos rencorosos a ese despojo de local, cadaver exquisito de mi antigüo oasis (hay que ver lo que nos aferramos los seres humanos a lo que ya no existe)y súbitamente ha sucedido algo: Han puesto una canción de Depeche Mode, un grupo que me enciende las pilas bastante.
Yo creo (aunque no lo afirmaría abiertamente delante de un psicólogo, por si las moscas) que el local me estaba haciendo ojitos, convenciéndome de que, tal vez podía aceptar que, ya no tendría más momentos en mi querido bar, que en el fondo esos dos locales tenían en común algunas cosas.
Pero, hablando con mi amiga del tema, me ha dicho, que bueno, que ahora justo estaba rellenando de un momento nuevo ese lugar, y que total, mi oásis seguía existiendo en mi memoria.
Así que, he decidido pasar página, y aceptar el cambio, no sin cierto pesar.
Y al salir y ver la mirada atónita de otras personas que iban al mismo oasis que yo, les he dicho: No busquéis el Sedna.Este es otro garito, el otro ha muerto.
Así es a veces la memoria humana: donde no crees que nada te va a ser familiar, súbitamente encuentras algo que te hace sentir como si estuvieras en casa. Y por contra, donde esperas encontrar algo familiar puedes encontrarte con que todo ha cambiado.
Lo bonito como siempre es, vivir para contarlo.
Etiquetas:
filobloggia,
frikilosofía de la mía
martes, 25 de noviembre de 2008
Las mujeres en la cárcel
Tras un periodo de silencio y profunda actividad neuronal (profunda y frenética) voy a escribir unas pocas líneas sobre una clase que me impacta de continuo, acerca de las implicaciones educativas del trabajo de los pedagogos en prisión.
De hoy en especial, destacar un vídeo, triste donde los haya de la vida de las presas, sus esperanzas y sus miedos.
Lo más impactante no es verbal, es no verbal: Son sobre todo esas miradas de tristeza, esas ojeras de no dormir bien, esa vida perdida (el tiempo desperdiciado, la impresión de que lo que se ha hecho ha ido marcando un camino que tiene que ser rectificado con un gran esfuerzo...)
A quienes piensan que la gente nunca cambia, yo quisiera hacerles ver que, si que cambian, es algo que requiere de un esfuerzo sobrehumano, no es tan fácil como apretar un botón, ni tan eficaz como el mando del televisor, pero cuando eso sucede es tan valioso que la gente debería inclinarse a su paso, tan sólo por haber sido capaces de trascender un entorno complicado, de cambiar las propias tendencias producidas por un nivel de vida determinado o una educación concreta.
Sobrecoge el brillo triste de sus ojos, y la impresión de que, dejaron que alguien eligiera por ellas, renunciaron a sus principios por otros, o por una familia y ahora lo que les queda es, simplemente eso... la vida entre rejas.
Inevitablemente me pongo en su lugar, aunque esté estudiando, porque sé que tienen cosas en común conmigo...y lo confieso, una de ellas, la del afán de tener una pareja estable...
Terrorífico...pero vamos, es igual que cuando vemos a algún mendigo por la calle...antes era inverosímil estar en su posición- o nos lo parecía- pero es que ahora con el miedo a la crisis, nadie se libra de la sensación de poder estar entre cartones, o cerca de ello.- La diferencia es que nosotros tenemos un respaldo familiar, una posición más o menos estable, y el salto a la delincuencia es más difícil, tenemos airbag de serie.
Si Jesús se inclinaba ante las prostitutas y los leprosos, nosotros deberíamos plantearnos hacer tanto de lo mismo con quienes se esfuerzan por ser mejores personas con las mayores dificultades. Seamos creyentes o no, fue un ejemplo de persona humana y bondadosa que nadie ha superado.- o eso me parece a mí.-
De hoy en especial, destacar un vídeo, triste donde los haya de la vida de las presas, sus esperanzas y sus miedos.
Lo más impactante no es verbal, es no verbal: Son sobre todo esas miradas de tristeza, esas ojeras de no dormir bien, esa vida perdida (el tiempo desperdiciado, la impresión de que lo que se ha hecho ha ido marcando un camino que tiene que ser rectificado con un gran esfuerzo...)
A quienes piensan que la gente nunca cambia, yo quisiera hacerles ver que, si que cambian, es algo que requiere de un esfuerzo sobrehumano, no es tan fácil como apretar un botón, ni tan eficaz como el mando del televisor, pero cuando eso sucede es tan valioso que la gente debería inclinarse a su paso, tan sólo por haber sido capaces de trascender un entorno complicado, de cambiar las propias tendencias producidas por un nivel de vida determinado o una educación concreta.
Sobrecoge el brillo triste de sus ojos, y la impresión de que, dejaron que alguien eligiera por ellas, renunciaron a sus principios por otros, o por una familia y ahora lo que les queda es, simplemente eso... la vida entre rejas.
Inevitablemente me pongo en su lugar, aunque esté estudiando, porque sé que tienen cosas en común conmigo...y lo confieso, una de ellas, la del afán de tener una pareja estable...
Terrorífico...pero vamos, es igual que cuando vemos a algún mendigo por la calle...antes era inverosímil estar en su posición- o nos lo parecía- pero es que ahora con el miedo a la crisis, nadie se libra de la sensación de poder estar entre cartones, o cerca de ello.- La diferencia es que nosotros tenemos un respaldo familiar, una posición más o menos estable, y el salto a la delincuencia es más difícil, tenemos airbag de serie.
Si Jesús se inclinaba ante las prostitutas y los leprosos, nosotros deberíamos plantearnos hacer tanto de lo mismo con quienes se esfuerzan por ser mejores personas con las mayores dificultades. Seamos creyentes o no, fue un ejemplo de persona humana y bondadosa que nadie ha superado.- o eso me parece a mí.-
jueves, 9 de octubre de 2008
Ellos no pudieron hacerlo mejor
Qué le vamos a hacer, si ellos no pudieron hacerlo mejor. Si me mandaron a este mundo y soy así, tal y como me conocen algunas personas.
Qué le vamos a hacer, si cuando me miro en ellos veo defectos que comparto, si cuando discuto con ellos muchas veces veo que esa forma de actuar, yo la he tenido en ocasiones.
Qué le vamos a hacer, si para colmo, no me queda otra que seguir hacia adelante y reinventar aquello que voy borrando.
Desaprender lo llaman. Lo que no entiendo, ni nadie me podrá explicar es porqué cuesta tanto.
El caso es que... ellos no pudieron hacerlo mejor, y a mí me toca cubrir los huecos con mi propia experiencia. Tal vez por eso es bueno que los padres no sean perfectos. Si fuera así, nunca creceríamos.
Qué le vamos a hacer, si cuando me miro en ellos veo defectos que comparto, si cuando discuto con ellos muchas veces veo que esa forma de actuar, yo la he tenido en ocasiones.
Qué le vamos a hacer, si para colmo, no me queda otra que seguir hacia adelante y reinventar aquello que voy borrando.
Desaprender lo llaman. Lo que no entiendo, ni nadie me podrá explicar es porqué cuesta tanto.
El caso es que... ellos no pudieron hacerlo mejor, y a mí me toca cubrir los huecos con mi propia experiencia. Tal vez por eso es bueno que los padres no sean perfectos. Si fuera así, nunca creceríamos.
sábado, 6 de septiembre de 2008
Cristianismo y Laicidad (XXVIII Congreso de Teología)
En septiembre se me desperezan las neuronas, y mi lado filosófico aflora, como si fuera una tortuga, dormida por el aletargamiento. Así de rara es una, qué le vamos a hacer; a unos les entra el síndrome post-vacacional y otras nos tragamos charlas. ¡Ces´t la vie!
Para empezar un poco a desperezar este yo filosófico quiero hablaros de un congreso que se está celebrando ahora, sobre Cristianismo y Laicidad; tema que si bien no es de lo más conocido, tiene muchísimas implicaciones en las relaciones sociales, educativas y políticas.
A ver quien no recuerda esas manifestaciones de la Iglesia (o Jerarquía para el lado más liberal de la propia iglesia) a favor de La familia, o las peleas con el Estado para promover la objección de conciencia contra la Educación para la Ciudadanía. Aquí no hablaré de esto último por falta de información, pero todo se andará.
Todos estos temas no se están tratando directamente, pero si están surgiendo transversalmente en el congreso, a raíz de temas como los modelos de familia, la ética y la laicidad y la descripción del laicismo como un fenómeno complejo.
Han hablado personas como Victoria Camps (Catedrática de Filosofía Moral de Barcelona), Jose Antonio Marina (Filósofo) y gente perteneciente a colectivos importantes como la Junta Islámica de España e incluso del COGAM (Colectivo de gays y lesbianas de Madrid), entre otros tantos, que no voy a comentar aquí por ser demasiados para la extensión que requiere un blog.
Voy a pasar a comentar algunos puntos interesantes; y chocantes para lo que se entiende de lo que es ser cristiano desde la gente no cristiana, con el objeto de desmitificar y mandar al cuerno de una vez por todas esa imagen tan absurda que se ha creado de la mentalidad de los creyentes, que no es más que el reflejo de las noticias de la TV y de la ignorancia que se tiene sobre estos temas.
Ayer, sin ir más lejos, se estuvo hablando de la familia como modelo de referencia de consumo, como una agrupación ligada al consumo capitalista; con las críticas a este modelo, que impone formas de relacionarse más allá de lo que el cristianismo predica (El amor al prójimo). El familismo, decía la ponente, Nancy Cardoso (teóloga de Brasil) es un movimiento de presión hacia la creación de familias en torno a un único modelo; sólo hay que contemplar los anuncios y reflexionar en torno a los papeles que en ellos desempeñan las personas de las familias.
Resumiendo mucho, lo que hay que hacer es evitar que el capitalismo organice los afectos de las personas.
Otra cuestión necesaria de tener en cuenta es aquella de permitir a las personas, sea cual sea su agrupacion familiar (monoparental, matrimonio homosexual, matrimonio heterosexual o pareja de hecho) poder elegir la religión libremente, sin tener que cuestionarse si deben dejar de ser quienes son para creer en Dios. - En los momentos orgásmicos, decía la ponente, hay quien grita ¡Dios mío! ( ¿y porqué no lo van a hacer dos hombres o dos mujeres?). Creer también es disfrutar de lo mejor que puede ofrecer la vida.
Lo más interesante de todo esto es que uno de los ponentes, ante una pregunta sobre el matrimonio es que, antes del siglo XVII no había matrimónio tal y como se conoce ahora, y sin embargo la gente también se casaba, sin que tuviera que pedir permiso a la Iglesia por ello.
¿De dónde salió entonces esta mania de querer que lo que es un matrimonio, indistintamente del género, se llame de otro modo? Está clarísimo que razones religiosas no son. Más aún, se comentó que el matrimonio homosexual hasta el siglo XII era algo normal (Quiero recalcar que esto lo dijo un ponente que escribe en Éxodo, una revista religiosa cristiana).
En otra ponencia, igualmente sustanciosa, Victoria Camps habló sobre la ética y las relaciones conflictivas con la iglesia. La ética es previa o anterior a la religión, en cuanto a que las religiones establecen una serie de principios coincidentes con los derechos humanos.
En gran parte de las biblias existe un "no matarás", una defensa de la dignidad humana que es autoevidente, o racional; la diferencia reside en el fundamento de este principio básico.
Unos lo basan en un principio evidente por sí mismo (los laicos): la dignidad del ser humano se debe a que es un agente moral autónomo y por ello es sujeto del derecho a la vida, siendo la libertad la sujección máxima del principio (Kant).
Los cristianos y creyentes lo basan en cuanto que como criatura (creada por Dios) es sujeto de dignidad, por lo que hay de divino en el ser humano creado (cosa que no excluye a otras criaturas de la naturaleza ni siquiera).
Los fundamentos serán distintos, pero en el fondo hay algo que nos impide crear una ética del asesinato permitido. No sería una ética. De ahí que sea algo racional y previo a las creencias sobre dios.- Esto no es mío, lo dijo Victoria Camps en su ponencia.-
¿Y por qué es importante todo esto? Porque implica la necesidad de separar la ética de la religión como creencia. Eso sería laicismo y no la oposición a la religión. El hacer no es religioso, es ético. Es el resultado de un consenso social, de unas convenciones (por rancia que suene la palabra) sociales.
Donde existe el conflicto es en aquellas verdades no autoevidentes, y es donde hay peleas, que no diálogos donde se pongan las cartas sobre la mesa y se tengan en cuenta los puntos en común de ambas posturas. Son conflictos interpretativos que requieren de posiciones dialogantes. El problema es que, no existen tales posiciones en el conflicto iglesia-estado. Las leyes avanzan, pero el ciudadano debe avanzar con ellas y no ser arrastrado en las reformas, debe tener un tiempo para reflexionar sobre lo que se legisla.
( es la democracia al revés, el ciudadano debe adaptarse, a mi entender se trata de una democracia un poco diferente de su significado principal: el poder del pueblo).
Dentro de la propia Iglesia hay posiciones y formas de entender el Evangelio, y una pregunta muy buena es la siguiente:
¿Las cosas son buenas porque Dios las quiere o Dios las quiere porque son buenas?
El que responde lo primero, está aceptando el determinismo en su vida. El que contesta lo segundo está aceptando su libertad para hacer el bien.
Esto nos lleva a entrever formas de creer, a diferenciar entre formas de vivir la religión y la propia actitud ante la vida. Digamos, grosso modo que la parte más visible de la Iglesia, la inamovible está más por la primera postura (el determinismo) que a mi modo de ver las cosas, no es muy favorecedora del diálogo.
Tras algunas de estas cuestiones que son largas de explicar, me gustaría concluir diciendo que el mundo religioso es mucho más amplio de lo que se pretende reflejar desde los medios de comunicación y de lo que se quiere entender. Tal vez conviene pararse a reflexionar sobre lo que implica ser laicos, en relación con lo que implica ser religiosos y no necesariamente desde el prejuicio de que toda religión es fundamentalista.
Para empezar un poco a desperezar este yo filosófico quiero hablaros de un congreso que se está celebrando ahora, sobre Cristianismo y Laicidad; tema que si bien no es de lo más conocido, tiene muchísimas implicaciones en las relaciones sociales, educativas y políticas.
A ver quien no recuerda esas manifestaciones de la Iglesia (o Jerarquía para el lado más liberal de la propia iglesia) a favor de La familia, o las peleas con el Estado para promover la objección de conciencia contra la Educación para la Ciudadanía. Aquí no hablaré de esto último por falta de información, pero todo se andará.
Todos estos temas no se están tratando directamente, pero si están surgiendo transversalmente en el congreso, a raíz de temas como los modelos de familia, la ética y la laicidad y la descripción del laicismo como un fenómeno complejo.
Han hablado personas como Victoria Camps (Catedrática de Filosofía Moral de Barcelona), Jose Antonio Marina (Filósofo) y gente perteneciente a colectivos importantes como la Junta Islámica de España e incluso del COGAM (Colectivo de gays y lesbianas de Madrid), entre otros tantos, que no voy a comentar aquí por ser demasiados para la extensión que requiere un blog.
Voy a pasar a comentar algunos puntos interesantes; y chocantes para lo que se entiende de lo que es ser cristiano desde la gente no cristiana, con el objeto de desmitificar y mandar al cuerno de una vez por todas esa imagen tan absurda que se ha creado de la mentalidad de los creyentes, que no es más que el reflejo de las noticias de la TV y de la ignorancia que se tiene sobre estos temas.
Ayer, sin ir más lejos, se estuvo hablando de la familia como modelo de referencia de consumo, como una agrupación ligada al consumo capitalista; con las críticas a este modelo, que impone formas de relacionarse más allá de lo que el cristianismo predica (El amor al prójimo). El familismo, decía la ponente, Nancy Cardoso (teóloga de Brasil) es un movimiento de presión hacia la creación de familias en torno a un único modelo; sólo hay que contemplar los anuncios y reflexionar en torno a los papeles que en ellos desempeñan las personas de las familias.
Resumiendo mucho, lo que hay que hacer es evitar que el capitalismo organice los afectos de las personas.
Otra cuestión necesaria de tener en cuenta es aquella de permitir a las personas, sea cual sea su agrupacion familiar (monoparental, matrimonio homosexual, matrimonio heterosexual o pareja de hecho) poder elegir la religión libremente, sin tener que cuestionarse si deben dejar de ser quienes son para creer en Dios. - En los momentos orgásmicos, decía la ponente, hay quien grita ¡Dios mío! ( ¿y porqué no lo van a hacer dos hombres o dos mujeres?). Creer también es disfrutar de lo mejor que puede ofrecer la vida.
Lo más interesante de todo esto es que uno de los ponentes, ante una pregunta sobre el matrimonio es que, antes del siglo XVII no había matrimónio tal y como se conoce ahora, y sin embargo la gente también se casaba, sin que tuviera que pedir permiso a la Iglesia por ello.
¿De dónde salió entonces esta mania de querer que lo que es un matrimonio, indistintamente del género, se llame de otro modo? Está clarísimo que razones religiosas no son. Más aún, se comentó que el matrimonio homosexual hasta el siglo XII era algo normal (Quiero recalcar que esto lo dijo un ponente que escribe en Éxodo, una revista religiosa cristiana).
En otra ponencia, igualmente sustanciosa, Victoria Camps habló sobre la ética y las relaciones conflictivas con la iglesia. La ética es previa o anterior a la religión, en cuanto a que las religiones establecen una serie de principios coincidentes con los derechos humanos.
En gran parte de las biblias existe un "no matarás", una defensa de la dignidad humana que es autoevidente, o racional; la diferencia reside en el fundamento de este principio básico.
Unos lo basan en un principio evidente por sí mismo (los laicos): la dignidad del ser humano se debe a que es un agente moral autónomo y por ello es sujeto del derecho a la vida, siendo la libertad la sujección máxima del principio (Kant).
Los cristianos y creyentes lo basan en cuanto que como criatura (creada por Dios) es sujeto de dignidad, por lo que hay de divino en el ser humano creado (cosa que no excluye a otras criaturas de la naturaleza ni siquiera).
Los fundamentos serán distintos, pero en el fondo hay algo que nos impide crear una ética del asesinato permitido. No sería una ética. De ahí que sea algo racional y previo a las creencias sobre dios.- Esto no es mío, lo dijo Victoria Camps en su ponencia.-
¿Y por qué es importante todo esto? Porque implica la necesidad de separar la ética de la religión como creencia. Eso sería laicismo y no la oposición a la religión. El hacer no es religioso, es ético. Es el resultado de un consenso social, de unas convenciones (por rancia que suene la palabra) sociales.
Donde existe el conflicto es en aquellas verdades no autoevidentes, y es donde hay peleas, que no diálogos donde se pongan las cartas sobre la mesa y se tengan en cuenta los puntos en común de ambas posturas. Son conflictos interpretativos que requieren de posiciones dialogantes. El problema es que, no existen tales posiciones en el conflicto iglesia-estado. Las leyes avanzan, pero el ciudadano debe avanzar con ellas y no ser arrastrado en las reformas, debe tener un tiempo para reflexionar sobre lo que se legisla.
( es la democracia al revés, el ciudadano debe adaptarse, a mi entender se trata de una democracia un poco diferente de su significado principal: el poder del pueblo).
Dentro de la propia Iglesia hay posiciones y formas de entender el Evangelio, y una pregunta muy buena es la siguiente:
¿Las cosas son buenas porque Dios las quiere o Dios las quiere porque son buenas?
El que responde lo primero, está aceptando el determinismo en su vida. El que contesta lo segundo está aceptando su libertad para hacer el bien.
Esto nos lleva a entrever formas de creer, a diferenciar entre formas de vivir la religión y la propia actitud ante la vida. Digamos, grosso modo que la parte más visible de la Iglesia, la inamovible está más por la primera postura (el determinismo) que a mi modo de ver las cosas, no es muy favorecedora del diálogo.
Tras algunas de estas cuestiones que son largas de explicar, me gustaría concluir diciendo que el mundo religioso es mucho más amplio de lo que se pretende reflejar desde los medios de comunicación y de lo que se quiere entender. Tal vez conviene pararse a reflexionar sobre lo que implica ser laicos, en relación con lo que implica ser religiosos y no necesariamente desde el prejuicio de que toda religión es fundamentalista.
A vista de pájaro todos los árboles son iguales, pero ¿qué tal si nos damos un paseo por el bosque?
domingo, 31 de agosto de 2008
Síndrome post-vacacional
Septiembre es como Enero para las estudiantes como yo. En agosto te pasas días enteros elucubrando sobre qué vas a hacer con tu minúscula vida, en comparación con la immensidad de Madrid y las oficinas donde se hacen entrevistas para seleccionar a simples educadoras infantiles o a lo peor becarios de prácticas.
Y lo de la vuelta a casa es un espanto, porque regresa la gente a Madrid (yo no, que apenas tengo vacaciones) y vienen con el ánimo avinagrado como con pena, como si la ciudad tuviera que darles explicaciones por esa injusticia llamada rutina.
¡Con lo divertida que es la familiaridad de la rutina! No nos engañemos: lo mejor de la rutina es saltársela todos los días con pequeños cambios: por ejemplo no ir a trabajar por el mismo sitio, contar baldosas, ir por el lado blanco de los cruces en los pasos de cebra...y un largo etcetera de rituales absurdos, pero divertidos que pueden ayudar a retomar la vida normal. Si es que la vida tiene algo de eso, que a veces lo dudo.
Por pensar que hay rutina a veces nos perdemos cosas realmente sorprendentes. Ahora toca deprimirse por regresar al trabajo, cuando, el trabajo es lo mejor que hay,- yo por lo menos me puedo pasar horas observando a la gente trabajar ;) -( Frase Made In Oscar Wilde)
El otro día me dijeron que ahora los niños tienen también depresión post-vacacional. El último grito en depresiones oiga. En esta página se habla de cómo ayudarles a afrontar el paso de volver al colegio http://www.prnoticias.es/content/view/10019000/227/.
Una de la medidas más ¿evidente? que propone es la siguiente:
"Dales tiempo para que se relajen después del colegio antes de empezar los deberes. Escucha sus frustraciones y ayúdales a ver el aspecto positivo, siempre que sea posible. "
A mí me da que ciertas indicaciones están hechas para idiotas más que para padres. El que redactó la noticia pensó: es que, claro, los padres nunca hacen esto con sus hijos. Y el mejor momento es ahora, en septiembre. Lo de ser buenos padres, debe ser ocasional y para eso están los especialistas, para recordarlo en estos grandes hitos, que sobretodo nadie ha vivido nunca.
De un tiempo a esta parte tengo la sensación de que la psicología se está molestando en prescribir todo lo prescribible con recetas estupendísimas para vivir. Pero es que si los niños y niñas se deprimen no creo que sea por el síndrome post-vacacional. Como casi todo será la punta del iceberg de algo más, de una sociedad donde se toma a los niños por idiotas que no saben hablar y contar lo que les pasa por la cabeza.
Sin ir más lejos, todavía hay quien no es capaz de afrontar de una forma natural una situación de celos entre hermano mayor y recién nacido; e incluso se tiende a crear más celos aún, tomando al niño como si de pronto fuera una criatura maligna que quiere hacer daño así sin más, negando la palabra como fuente de tranquilidad y el afecto como fuente de estabilidad.
En calidad de futura pedagoga para la depresión post-vacacional, recomiendo lo siguiente:
- Mirar la ciudad como si se estuviera de vacaciones aún, como si lleváramos una cámara en la mano.
- Pensar en los demás
- leer las noticias
- Seguir quedando con amigos, cuando haya tiempo
- Guardar por un tiempo las fotos de las vacaciones
Y para los niños...que demonios, tan sólo saber eso, que son personitas, y tienen sus necesidades (jugar, reirse, dormir lo suficiente, relacionarse con otros niños). ¡Que no es tan difícil!
Yo diría que todo síndrome (post-vacacional o no) pasa por el mismo punto: la ausencia de tranquilidad y afecto en la vida cotidiana. Simple pero...me temo que verídico. Con lo fácil que sería mimar a quienes nos rodean un poquito más...
Y lo de la vuelta a casa es un espanto, porque regresa la gente a Madrid (yo no, que apenas tengo vacaciones) y vienen con el ánimo avinagrado como con pena, como si la ciudad tuviera que darles explicaciones por esa injusticia llamada rutina.
¡Con lo divertida que es la familiaridad de la rutina! No nos engañemos: lo mejor de la rutina es saltársela todos los días con pequeños cambios: por ejemplo no ir a trabajar por el mismo sitio, contar baldosas, ir por el lado blanco de los cruces en los pasos de cebra...y un largo etcetera de rituales absurdos, pero divertidos que pueden ayudar a retomar la vida normal. Si es que la vida tiene algo de eso, que a veces lo dudo.
Por pensar que hay rutina a veces nos perdemos cosas realmente sorprendentes. Ahora toca deprimirse por regresar al trabajo, cuando, el trabajo es lo mejor que hay,- yo por lo menos me puedo pasar horas observando a la gente trabajar ;) -( Frase Made In Oscar Wilde)
El otro día me dijeron que ahora los niños tienen también depresión post-vacacional. El último grito en depresiones oiga. En esta página se habla de cómo ayudarles a afrontar el paso de volver al colegio http://www.prnoticias.es/content/view/10019000/227/.
Una de la medidas más ¿evidente? que propone es la siguiente:
"Dales tiempo para que se relajen después del colegio antes de empezar los deberes. Escucha sus frustraciones y ayúdales a ver el aspecto positivo, siempre que sea posible. "
A mí me da que ciertas indicaciones están hechas para idiotas más que para padres. El que redactó la noticia pensó: es que, claro, los padres nunca hacen esto con sus hijos. Y el mejor momento es ahora, en septiembre. Lo de ser buenos padres, debe ser ocasional y para eso están los especialistas, para recordarlo en estos grandes hitos, que sobretodo nadie ha vivido nunca.
De un tiempo a esta parte tengo la sensación de que la psicología se está molestando en prescribir todo lo prescribible con recetas estupendísimas para vivir. Pero es que si los niños y niñas se deprimen no creo que sea por el síndrome post-vacacional. Como casi todo será la punta del iceberg de algo más, de una sociedad donde se toma a los niños por idiotas que no saben hablar y contar lo que les pasa por la cabeza.
Sin ir más lejos, todavía hay quien no es capaz de afrontar de una forma natural una situación de celos entre hermano mayor y recién nacido; e incluso se tiende a crear más celos aún, tomando al niño como si de pronto fuera una criatura maligna que quiere hacer daño así sin más, negando la palabra como fuente de tranquilidad y el afecto como fuente de estabilidad.
En calidad de futura pedagoga para la depresión post-vacacional, recomiendo lo siguiente:
- Mirar la ciudad como si se estuviera de vacaciones aún, como si lleváramos una cámara en la mano.
- Pensar en los demás
- leer las noticias
- Seguir quedando con amigos, cuando haya tiempo
- Guardar por un tiempo las fotos de las vacaciones
Y para los niños...que demonios, tan sólo saber eso, que son personitas, y tienen sus necesidades (jugar, reirse, dormir lo suficiente, relacionarse con otros niños). ¡Que no es tan difícil!
Yo diría que todo síndrome (post-vacacional o no) pasa por el mismo punto: la ausencia de tranquilidad y afecto en la vida cotidiana. Simple pero...me temo que verídico. Con lo fácil que sería mimar a quienes nos rodean un poquito más...
sábado, 21 de junio de 2008
Educación, conocimiento y justicia
Durante 3 días de mi vida, mañana y tarde he estado asistiendo al IV Congreso Internacional de Filosofía de la Educación (No he tomado anfetas, lo juro, soy una chica sana).
Me gustaría recoger algunas conclusiones muy generales (dada la limitación tenológica, es mejor no saturar las páginas promoviendo el aburrimiento/aturdimiento.)
Tales conclusiones no son más que el producto de escuchar durante tres días, por lo menos 20 ponencias si no calculo mal o me quedo corta, (cada una es un compendio de muchas ideas a su vez, es como la historia interminable...
En primer lugar hablar de cómo ha estado casi omnipresente, el conflicto entre las familias y el estado, la tensión que existe entre la imposición legal (en palabras de los que mantienen que existe un totalitarismo estatal) y la voluntad de los padres. Tensión que por otro lado no se puede negar y que siempre ha tenido presencia en la escuela, desde infantil hasta inclusive la E.S.O.-
Explicar esta relación conflictiva en términos de política, en realidad como dijo uno de los ponentes, deja a los educadores como si fueran peleles, simples muñecos que son manejados por las leyes educativas, y resta a la escuela pública, sobretodo, la importancia de la labor positiva que está realizando, al acusar a los profesores de "estar legitimados por la legislación y por la obligatoriedad de asistencia a la escuela pública".
Eso por un lado, por otro, decir a favor de esta tésis (defendida por dos de mis profesores de la facultad a los que aprecio bastante) que si es verdad que existe un normativismo aplastante, que incluso para que la gente respete en el metro y no fume en tus narices haya que prohibirlo, es algo que no deja mal al estado únicamente, sino a la sociedad española que necesita siempre de prohibiciones para funcionar (y si no que me expliquen cómo es posible que la gente sólo respete la velocidad en las carreteras cuando sabe que hay un radad a 50 metros).-
Son cuestiones que no dejan de estar presentes, pero que a mí me da que encierran mucho más que una tensión conflictiva entre el estado y el individuo. La pregunta sería si realmente los individuos e individuas que componemos esta sociedad tenemos el civismo suficiente como para hacernos responsables de lo que sucede, si no es que existe una flojera ética, más allá de las invasiones que esté haciendo el gobierno en cuanto a la legislación educativa se refiere.
(cuidado con esto, que no estoy defendiendo la total intervención estatal)
Es decir, apuntando de una forma bastante arriesgada en una dirección tal vez incorrecta, diría que se trata de que hay que garantizar de algún modo lo que no garantiza el mercado (que en ningún caso es neutral, está movido por intereses que no siempre son objetivos; fíate tú de la oferta y la demanda) y que la sociedad en la que vivimos no está preparada para funcionar bajo supuestos liberales, porque para ello haría falta que nuestra sociedad tuviera una fuerza democrática mayor de la que tiene.
En segundo lugar, hablando de otras conferencias, destacar la presencia de los filósofos posmodernos y más partidarios de una filosofía hermenéutica (que me han transmitido muchísimas ideas prácticas en mis próximo trabajo como monitora) en su debate sobre el silencio, sobre lo no explícito, o aquello que se le escapa a la palabra cuando nombra, de cómo lo inexplicable forma parte de la educación.
Con ellos, de acuerdo en lo aplastante del discurso pedagógico grandilocuente. En cuanto a su concepción de la ética, de la no explicación del comportamiento, me apetece hablar de que la explicación del comportamiento es necesaria (como bien decía MacIntyre en Tras la virtud, las personas dan cuenta de sus explicaciones en un contexto y en una historia, pero para ello hay que estar dentro del tablero de juego. No sé si eso es moral o qué es, aquí tengo importantes lagunas que ir tapando, leyendo supongo). Necesaria pero no ha de ser impuesta; hay que saber callar para poder dejar lugar a la explicación o a la ausencia de explicación; es importante saber que hay momentos en los que un comportamiento no tiene porqué tener razones.
En tercer lugar, cómo no hablar de la presencia, casi viva de Aristóteles, creo que le invitaron pero no pudo asistir al congreso por razones de inconsistencia corpórea más bien, pero los mediums-filósofos deben haber afinado sus sentidos mucho para hablarnos del ilustre ateniense con tanta claridad; al menos en tres o cuatro ponencias que elegí, y también como no, de otro grandioso de la filosofía griega, Sócrates, que ha revivido en lo que se refiere al diálogo y su importancia en la educación y la Mayéutica socrática (debía ser un gran maestro), y en cuanto a la invitación de uno de los ponentes a crear un "juramento socrático para la profesión del educador" . En cuanto tenga tiempo, creo que me voy a poner a escribir sobre ello... (quien fuera eterna para poder hacerlo todo, leer 200 libros y escribir sobre ellos...ufff)
A Aristóteles nunca le he sabido sacar ninguna fisura en el discurso pedagógico, es más me ha cambiado la vida plantearme las cosas en función de una finalidad positiva no sólo eficaz, sino para mi propia persona y por lo tanto para las personas que me rodean (porque ambas cosas no tienen porqué contradecirse necesariamente, aunque yo no sea los demás y tenga de vez en cuando choques con ellos). A este otro punto, la ética de Aristóteles... habría que dedicarle más que tratados, la vida entera, si es que lo que me han explicado es verdad. Más aún no puedo evitar hablar del medio incluido en el fin, de que las metas están relacionadas intrínsecamente con los medios que te conducen a ella. Cualquier separación de metas y fines, al menos en educación (y en la amistad, cómo no) resulta un error. Y claro, cómo no decir, que estos fines han de ser buenos.
Se podría decir muchísimo más, pero mis neuronas se están recalentando con este tiempo, y no creo que pueda seguir escribiendo. Si aburrí, lo siento; en cualquier caso, me quedo con la sensación de que esta entrada calla mucho más de lo que dice, y mientras escribo se me escurren las ideas entre las palabras. ¿Qué más decir de lo indecible en el problema de la verdad y la transmisión educativa?
Me informa Wittgenstein que mejor que me calle, que ya estoy diciendo demasiado.
Me gustaría recoger algunas conclusiones muy generales (dada la limitación tenológica, es mejor no saturar las páginas promoviendo el aburrimiento/aturdimiento.)
Tales conclusiones no son más que el producto de escuchar durante tres días, por lo menos 20 ponencias si no calculo mal o me quedo corta, (cada una es un compendio de muchas ideas a su vez, es como la historia interminable...
En primer lugar hablar de cómo ha estado casi omnipresente, el conflicto entre las familias y el estado, la tensión que existe entre la imposición legal (en palabras de los que mantienen que existe un totalitarismo estatal) y la voluntad de los padres. Tensión que por otro lado no se puede negar y que siempre ha tenido presencia en la escuela, desde infantil hasta inclusive la E.S.O.-
Explicar esta relación conflictiva en términos de política, en realidad como dijo uno de los ponentes, deja a los educadores como si fueran peleles, simples muñecos que son manejados por las leyes educativas, y resta a la escuela pública, sobretodo, la importancia de la labor positiva que está realizando, al acusar a los profesores de "estar legitimados por la legislación y por la obligatoriedad de asistencia a la escuela pública".
Eso por un lado, por otro, decir a favor de esta tésis (defendida por dos de mis profesores de la facultad a los que aprecio bastante) que si es verdad que existe un normativismo aplastante, que incluso para que la gente respete en el metro y no fume en tus narices haya que prohibirlo, es algo que no deja mal al estado únicamente, sino a la sociedad española que necesita siempre de prohibiciones para funcionar (y si no que me expliquen cómo es posible que la gente sólo respete la velocidad en las carreteras cuando sabe que hay un radad a 50 metros).-
Son cuestiones que no dejan de estar presentes, pero que a mí me da que encierran mucho más que una tensión conflictiva entre el estado y el individuo. La pregunta sería si realmente los individuos e individuas que componemos esta sociedad tenemos el civismo suficiente como para hacernos responsables de lo que sucede, si no es que existe una flojera ética, más allá de las invasiones que esté haciendo el gobierno en cuanto a la legislación educativa se refiere.
(cuidado con esto, que no estoy defendiendo la total intervención estatal)
Es decir, apuntando de una forma bastante arriesgada en una dirección tal vez incorrecta, diría que se trata de que hay que garantizar de algún modo lo que no garantiza el mercado (que en ningún caso es neutral, está movido por intereses que no siempre son objetivos; fíate tú de la oferta y la demanda) y que la sociedad en la que vivimos no está preparada para funcionar bajo supuestos liberales, porque para ello haría falta que nuestra sociedad tuviera una fuerza democrática mayor de la que tiene.
En segundo lugar, hablando de otras conferencias, destacar la presencia de los filósofos posmodernos y más partidarios de una filosofía hermenéutica (que me han transmitido muchísimas ideas prácticas en mis próximo trabajo como monitora) en su debate sobre el silencio, sobre lo no explícito, o aquello que se le escapa a la palabra cuando nombra, de cómo lo inexplicable forma parte de la educación.
Con ellos, de acuerdo en lo aplastante del discurso pedagógico grandilocuente. En cuanto a su concepción de la ética, de la no explicación del comportamiento, me apetece hablar de que la explicación del comportamiento es necesaria (como bien decía MacIntyre en Tras la virtud, las personas dan cuenta de sus explicaciones en un contexto y en una historia, pero para ello hay que estar dentro del tablero de juego. No sé si eso es moral o qué es, aquí tengo importantes lagunas que ir tapando, leyendo supongo). Necesaria pero no ha de ser impuesta; hay que saber callar para poder dejar lugar a la explicación o a la ausencia de explicación; es importante saber que hay momentos en los que un comportamiento no tiene porqué tener razones.
En tercer lugar, cómo no hablar de la presencia, casi viva de Aristóteles, creo que le invitaron pero no pudo asistir al congreso por razones de inconsistencia corpórea más bien, pero los mediums-filósofos deben haber afinado sus sentidos mucho para hablarnos del ilustre ateniense con tanta claridad; al menos en tres o cuatro ponencias que elegí, y también como no, de otro grandioso de la filosofía griega, Sócrates, que ha revivido en lo que se refiere al diálogo y su importancia en la educación y la Mayéutica socrática (debía ser un gran maestro), y en cuanto a la invitación de uno de los ponentes a crear un "juramento socrático para la profesión del educador" . En cuanto tenga tiempo, creo que me voy a poner a escribir sobre ello... (quien fuera eterna para poder hacerlo todo, leer 200 libros y escribir sobre ellos...ufff)
A Aristóteles nunca le he sabido sacar ninguna fisura en el discurso pedagógico, es más me ha cambiado la vida plantearme las cosas en función de una finalidad positiva no sólo eficaz, sino para mi propia persona y por lo tanto para las personas que me rodean (porque ambas cosas no tienen porqué contradecirse necesariamente, aunque yo no sea los demás y tenga de vez en cuando choques con ellos). A este otro punto, la ética de Aristóteles... habría que dedicarle más que tratados, la vida entera, si es que lo que me han explicado es verdad. Más aún no puedo evitar hablar del medio incluido en el fin, de que las metas están relacionadas intrínsecamente con los medios que te conducen a ella. Cualquier separación de metas y fines, al menos en educación (y en la amistad, cómo no) resulta un error. Y claro, cómo no decir, que estos fines han de ser buenos.
Se podría decir muchísimo más, pero mis neuronas se están recalentando con este tiempo, y no creo que pueda seguir escribiendo. Si aburrí, lo siento; en cualquier caso, me quedo con la sensación de que esta entrada calla mucho más de lo que dice, y mientras escribo se me escurren las ideas entre las palabras. ¿Qué más decir de lo indecible en el problema de la verdad y la transmisión educativa?
Me informa Wittgenstein que mejor que me calle, que ya estoy diciendo demasiado.
sábado, 9 de febrero de 2008
Sobre lo público y lo privado (Discusión filoblóggica)
Queda inaugurada la filobloggía, una nueva etiqueta para las entradas de este blogg, en honor a mi querida amiga, la filosofía. No lo puedo llamar filosofía porque yo no filosofo, yo me hago preguntas, nada más ( ; )
Lo de esa gente que se sube a una tarima y recita de memoria las teorías de los autores como si fueran papagallos no va conmigo. A no ser que me demuestren que tras la teoría se esconde algo, una pregunta, sobretodo algo esencial para entender las lineas del mundo. Lo otro son competiciones de sapiencia que no tienen fundamento alguno.
En realidad lo que quiero decir es que, mi amiga la filosofía huye de esos lugares como la peste, o está bastante ausente, o así es como lo veo yo. Que al final si no hay pregunta tampoco hay respuesta.
(Ah y lo de Filobloggía es porque no llega a la altura de la filosofía dialogada, de ninguna de las maneras.)
Bueno, vamos al meollo de la cuestión: en uno de los comentarios discutía con Aristófanes sobre las ideas de "individualismo", lo "privado" y lo "público". Y discutiendo, llegamos a cierta pregunta ¿Qué es lo privado? ¿Y lo público? Probablemente no pueda dar una respuesta filosófica, dado el alcance de mis propios conocimientos. Lo que sí puedo hacer es poner un ejemplo de lo público y lo privado.
Cuando yo era pequeña, en mi barrio había una asociación de vecinos, formada hace por lo menos 15 años (ahora ya no existe). La gente se conocía entre sí, hacían muchísimas actividades juntos, organizaban las fiestas para todo el mundo, e incluso se realizaban actividades con los niños. Yo misma recuerdo estar en la calle horas y horas jugando con otros niños del barrio, y no hacía falta alguna que fueran personas especializadas en ocio y tiempo libre, lo hacían porque les motivaba y porque era su barrio.
Cuando acababan las fiestas había manguerazo, se limpiaba todo perfectamente (además de empaparnos a todos los críos y crías que andabamos por allí jugando)
Bien, allí lo público es aquello que montaban entre todos, el espacio compartido y las relaciones que se daban entre unos y otros, inclusive la organización que se daba en un momento dado. Y las normas.
Lo público, podría decirse que es ese espacio compartido por varios seres humanos, en función a una organización y unas normas específicas (limpiar la calle, por ejemplo).
Podemos hablar de espacio físico o de espacio no tan físico, pongamos "espacio relacional", pensando en esa red social que se da de forma espontánea entre la gente.
¿Y lo privado qué es pues?
Ahora viene lo complicado: podria decir, que el lugar donde te dejan "ser tú misma" es el privado. (nota: el femenino no es una errata es una reivindicación)
Pero es que, tampoco es así totalmente, porque en el público también eres tú misma. No creo que sean conceptos contradictorios. Más bien los entiendo como complementarios.
Porque, sea como sea, lo público incide en lo privado. No obstante, lo común es contraponerlo, entenderlo como aspectos diametralmente opuestos.
Vale, todo eso tiene su fundamento, y supongo que la base es la defensa del individuo como objeto de derechos frente a otras organizaciones superiores, que lo puedan atropellar y decidir por él. Eso es innegable, la persona tiene derechos, lo contrario ya se ha visto históricamente, y la misma aprobación de los derechos humanos tiene que ver con la experiencia de la humanidad en este tipo de situaciones.
No obstante, no se puede decir que las organizaciones no estén organizadas por seres humanos o individuos. La idea del individuo contra el sistema es un poco érronea a mi juicio. Se despersonaliza el sistema al igual que se hace con el concepto de privado y público. Lo público es, aquello que me impide actuar autónomamente. El sistema es aquello que coarta mi libertad.
Se asemejan mucho ambas concepciones de la persona como algo que no pertenece a la vida pública, sino como un ser "anulado" por la vida pública.
La vida privada debería ser redefinida de otro modo, no como la parte de vida donde los demás no te influyen. Porque si algo es innegable es que todo el mundo cuando descansa piensa en cómo hace las cosas en la vida pública, o trata de recordar cosas que le han sucedido a lo largo del día.
La conciencia de hecho es algo que recoge esa vida pública. Pero ahí también hay otro problema: el de que se entienda como Freud, una especie de capa superpuesta a la persona, y que debajo hay algo escondido. Si tal cosa fuera verdad, no me gustaría vivir rodeada de seres humanos. Figúrate si a alguno se le cruzan los cables y sale el subconsciente a flote.
Vale, de acuerdo... estáis pensando: ya ha sucedido. A eso lo llamamos trastorno psicológico, malas circunstancias de vida o situación desesperada. Es bien diferente una cosa de la otra. No todos los días a alguien le aflora el subconsciente, porque por muchos sucesos que haya siempre hay una normalidad.
En cierto modo, nos reorientamos en torno a esa conciencia, si no fuera así seríamos unos antisociales; y la conciencia se alimenta de las experiencias vividas, se construye con algo externo, así como el autoconcepto y la autoestima.
De modo que, lo privado no puede ser lo contrario de lo público.
Es evidente que es necesario estar a solas, pero cuando esto sucede estamos acompañados por todas esas experiencias que hemos aprendido e incluso por todas esas cosas que nos van sucediendo en sociedad.
(Mc Pollo habla sobre ello en Tras la virtud, si es que no me lo he inventado.)
Lo de esa gente que se sube a una tarima y recita de memoria las teorías de los autores como si fueran papagallos no va conmigo. A no ser que me demuestren que tras la teoría se esconde algo, una pregunta, sobretodo algo esencial para entender las lineas del mundo. Lo otro son competiciones de sapiencia que no tienen fundamento alguno.
En realidad lo que quiero decir es que, mi amiga la filosofía huye de esos lugares como la peste, o está bastante ausente, o así es como lo veo yo. Que al final si no hay pregunta tampoco hay respuesta.
(Ah y lo de Filobloggía es porque no llega a la altura de la filosofía dialogada, de ninguna de las maneras.)
Bueno, vamos al meollo de la cuestión: en uno de los comentarios discutía con Aristófanes sobre las ideas de "individualismo", lo "privado" y lo "público". Y discutiendo, llegamos a cierta pregunta ¿Qué es lo privado? ¿Y lo público? Probablemente no pueda dar una respuesta filosófica, dado el alcance de mis propios conocimientos. Lo que sí puedo hacer es poner un ejemplo de lo público y lo privado.
Cuando yo era pequeña, en mi barrio había una asociación de vecinos, formada hace por lo menos 15 años (ahora ya no existe). La gente se conocía entre sí, hacían muchísimas actividades juntos, organizaban las fiestas para todo el mundo, e incluso se realizaban actividades con los niños. Yo misma recuerdo estar en la calle horas y horas jugando con otros niños del barrio, y no hacía falta alguna que fueran personas especializadas en ocio y tiempo libre, lo hacían porque les motivaba y porque era su barrio.
Cuando acababan las fiestas había manguerazo, se limpiaba todo perfectamente (además de empaparnos a todos los críos y crías que andabamos por allí jugando)
Bien, allí lo público es aquello que montaban entre todos, el espacio compartido y las relaciones que se daban entre unos y otros, inclusive la organización que se daba en un momento dado. Y las normas.
Lo público, podría decirse que es ese espacio compartido por varios seres humanos, en función a una organización y unas normas específicas (limpiar la calle, por ejemplo).
Podemos hablar de espacio físico o de espacio no tan físico, pongamos "espacio relacional", pensando en esa red social que se da de forma espontánea entre la gente.
¿Y lo privado qué es pues?
Ahora viene lo complicado: podria decir, que el lugar donde te dejan "ser tú misma" es el privado. (nota: el femenino no es una errata es una reivindicación)
Pero es que, tampoco es así totalmente, porque en el público también eres tú misma. No creo que sean conceptos contradictorios. Más bien los entiendo como complementarios.
Porque, sea como sea, lo público incide en lo privado. No obstante, lo común es contraponerlo, entenderlo como aspectos diametralmente opuestos.
Vale, todo eso tiene su fundamento, y supongo que la base es la defensa del individuo como objeto de derechos frente a otras organizaciones superiores, que lo puedan atropellar y decidir por él. Eso es innegable, la persona tiene derechos, lo contrario ya se ha visto históricamente, y la misma aprobación de los derechos humanos tiene que ver con la experiencia de la humanidad en este tipo de situaciones.
No obstante, no se puede decir que las organizaciones no estén organizadas por seres humanos o individuos. La idea del individuo contra el sistema es un poco érronea a mi juicio. Se despersonaliza el sistema al igual que se hace con el concepto de privado y público. Lo público es, aquello que me impide actuar autónomamente. El sistema es aquello que coarta mi libertad.
Se asemejan mucho ambas concepciones de la persona como algo que no pertenece a la vida pública, sino como un ser "anulado" por la vida pública.
La vida privada debería ser redefinida de otro modo, no como la parte de vida donde los demás no te influyen. Porque si algo es innegable es que todo el mundo cuando descansa piensa en cómo hace las cosas en la vida pública, o trata de recordar cosas que le han sucedido a lo largo del día.
La conciencia de hecho es algo que recoge esa vida pública. Pero ahí también hay otro problema: el de que se entienda como Freud, una especie de capa superpuesta a la persona, y que debajo hay algo escondido. Si tal cosa fuera verdad, no me gustaría vivir rodeada de seres humanos. Figúrate si a alguno se le cruzan los cables y sale el subconsciente a flote.
Vale, de acuerdo... estáis pensando: ya ha sucedido. A eso lo llamamos trastorno psicológico, malas circunstancias de vida o situación desesperada. Es bien diferente una cosa de la otra. No todos los días a alguien le aflora el subconsciente, porque por muchos sucesos que haya siempre hay una normalidad.
En cierto modo, nos reorientamos en torno a esa conciencia, si no fuera así seríamos unos antisociales; y la conciencia se alimenta de las experiencias vividas, se construye con algo externo, así como el autoconcepto y la autoestima.
De modo que, lo privado no puede ser lo contrario de lo público.
Es evidente que es necesario estar a solas, pero cuando esto sucede estamos acompañados por todas esas experiencias que hemos aprendido e incluso por todas esas cosas que nos van sucediendo en sociedad.
(Mc Pollo habla sobre ello en Tras la virtud, si es que no me lo he inventado.)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)