Urbanismo Protesta

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lunes, 31 de agosto de 2009

Crecer






Crecer es aceptar los riesgos,
crecer es confundirse,
tropezarse y caer,
pero también es levantarse
en el debido momento,
y con la fuerza para continuar.


Crecer es hacerse de piedra
y de aire, fuego y corazón.

Es tomar entre tus manos lo que viene
y hacer de ello una canción,
una poesía,
una vida transitada,
por buenos y malos momentos.

Eso es crecer,
y si me preguntas
¿merece la pena?
Te digo, Peter que sí,
que ya va siendo la hora.

sábado, 22 de agosto de 2009

Los miedos del viajero

En cierto momento de nuestras vidas entra una especie de fiebre viajera, por conocer aquellos lugares que no has visitado nunca, no de vacaciones, sino viviendo la esencia del lugar y conociendo gente que tiene otras perspectivas vitales diferentes que las tuyas.

Ese momento puede pasar o bien quedarse dentro. Precisamente ese es uno de mis miedos (hablando un poco en primera persona) ahora que he decidido viajar durante un tiempo largo: que la fiebre viajera me pegue fuerte.
Me explico: mucha gente adora los viajes porque implican un subidón de energía, y una huída temporal de aquello que no les gusta; suponen un cambio fuerte de vida que ayuda a aprender e incorporar a la mochila vital muchas experiencias nuevas, en un espacio distinto al habitual; el objetivo del viaje parece ser la inyección de emociones nuevas que supone el viaje y todo su proceso.
Es una forma "emotivista" de viajar, (si se me permite el plagio terminológico a MacIntyre en su libro "Tras la virtud"). El motor es la emoción, el impulso la fuerza que puede sacarse de un viaje.

Pero...¿qué sucede cuando ese impulso se convierte en una "adicción"? ¿podemos hablar de adictos a los viajes?
Hoy más que nunca nos cuesta encontrar nuestro sitio, y parece ser que una buena salida es el viaje, más aún cuando los pisos resultan muy caros, pero ¿Qué sucede cuando el viajero queda tan enamorado de las imágenes idílicas de un viaje, como para desear estar transitando ese estado durante mucho tiempo? ¿Qué pasa si ya no quieres volver a tener una vida estable?

Y otro de los grandes miedos de la persona viajera: ¿Seré la misma persona a la vuelta del viaje? ¿O cambiarán las cosas?
¿Serán las cosas similares a cuando me fuí? ¿O tendré que volver a adaptarme a otra nueva realidad? Tras estas preguntas, se encuentra el miedo a quedar atrapada entre dos mundos y no pertenecer a ninguno de los dos por completo.

Sea como sea, no queda más remedio pasar por el torbellino emocional que se desprende de iniciar un camino hacia lo desconocido. Pero sea como sea, al final siempre se encuentra la forma de afrontar esos cambios sin perder la calma.

O eso dicen.

lunes, 17 de agosto de 2009

Identidad, identidad ¿y eso qué es?



Ahora es un buen momento para leer, filosofar y tumbarse al sol, sí señor. También es buen momento para correr (antes de las 9h de la mañana mucho mejor, dado que más tarde el calor puede hacer de las suyas y el aguante es menor...)

Un día de estos, en uno de esos momentos post-placer absoluto, casi orgásmico tras pegarme una panzada a correr, decidí ir a la biblioteca y perderme por los estantes, ¡otro gran placer!, pasando por los diferentes y dispares títulos (desde los manuales de autoayuda, hasta la biblia en verso), y al final encontré una perla en medio del océano de títulos que quiero recomendar en este post:
Identidades Asesinas, de Amin Maalouf.

No es un best-seller, pero merece la pena sobretodo teniendo en cuenta que ahora más que nunca nos dedicamos a viajar, y la identidad empieza a ser algo un poco diverso (nada nuevo bajo el sol, siempre lo ha sido aunque no lo tuviéramos delante), a causa de las cosas que descubrimos viajando, conociendo gente, hablando otros idiomas y abriendo un poco los ojos en nuestro propio país.

¿Quiénes somos entonces? ¿a qué lugar pertenecemos definitivamente?

Tampoco creáis que Amin Maalouf va a decirlo claramente; su libro no habla de psicología humana a nivel técnico o de la naturaleza específica de cada persona, pero sí de cómo estamos compuestos de múltiples identidades, en un mundo cada vez más diverso, y de que encasillarse en la pertenencia a una identidad concreta puede ser peligroso.
Es decir; yo puedo definirme como mujer, occidental, madrileña,cristiana,española, ciudadana europea,aficionada al deporte...(y así sucesivamente), pero no sería lícito que alguien me hiciera elegir entre mi pertenencia a la comunidad cristiana y mi pertenencia a Madrid, si por ejemplo de pronto todo el mundo decide perseguir la religión. Lo más probable es que la identidad perseguida prevalecería por encima de los demás, pudiendo incluso desenvocar en una tendencia psicótica u obsesiva por la defensa del legado de Jesús.

Al mismo tiempo, exigir a los inmigrantes que se posicionen en uno u otro lugar, resulta injusto y perjudicial: nadie puede posicionarse sin sacrificar una parte de sí mismo en el proceso. El desarraigo social podría incluso que tener ver con la exigencia de pertenencia exclusiva a uno u otro lugar. (entre otras causas, como el rechazo de la gente del país de acogida).

Una frase que me ha gustado especialmente es la siguiente, ya hablando de un fenómeno más mundial, el de la occidentalización del mundo, y la presencia de las religiones en los conflictos:

"suele concederse demasiado valor a la influencia de las religiones sobre los pueblos y su historia y demasiado poco a la influencia de los pueblos y su historia sobre las religiones".

Se subestima el valor de la influencia de las costumbres y la cultura de un pueblo, sobreestimando al mismo tiempo las tendencias religiosas y su intervención directa en los conflictos bélicos, especialmente. Con ello no estoy defendiendo que la religión no tenga presencia alguna en determinados conflictos. Es, simplificando mucho, que muchas veces las causas de un conflicto están asociadas a otros fenómenos (intereses económicos, por ejemplo, o presencia de gobiernos dictatoriales en el lugar por poner algún caso), lo que equivale a afirmar que los fenómenos son multicausales y cualquier simplificación cae en el error.

Podría seguir describiendo algunos argumentos y razones del autor, pero prefiero terminar este post aquí, y que cada cual se haga sus propias preguntas, o las despierte a partir de la lectura de este libro tan claro y entretenido.

domingo, 2 de agosto de 2009

La mujer desde la literatura

EL DULCE SABOR DE UNA MUJER EXQUISITA (por Gabriel García Márquez)

Si aún no ha pasado el bisturí por tu piel, si no tienes implantes de silicona en alguna parte de tu cuerpo, si los gorditos no te generan trauma, si nunca has sufrido de anorexia, si tu estatura no afecta tu desarrollo personal, si cuando vas a la playa prefieres divertirte en el mar y no estar sobre una toalla durante horas, si crees que la fidelidad sí es posible y la practicas, si sabes cómo se prepara un arroz, si puedes preparar un almuerzo completo, si tu prioridad no es ser rubia a como de lugar, si no te levantas a las 4:00 a.m. para poder alcanzar a hacerte el blower, si puedes salir con saco de sudadera tranquila a la calle un domingo sin una gota de maquillaje en el rostro... ESTÁS EN VÍA DE EXTINCIÓN.... BIENVENIDA! EL DULCE SABOR DE UNA MUJER EXQUISITA. Una mujer exquisita no es aquella que más hombres tiene a sus pies, si no aquella que tiene uno solo que la hace realmente feliz. Una mujer hermosa no es la más joven, ni la más flaca, ni la que tiene el cutis más terso o el cabello más llamativo, es aquella que con tan sólo una franca y abierta sonrisa y un buen consejo puede alegrarte la vida.

Una mujer valiosa no es aquella que tiene más títulos, ni más cargos académicos, es aquella que sacrifica su sueño temporalmente por hacer felices a los demás. Una mujer exquisita no es la más ardiente (aunque si me preguntan a mí, todas las mujeres son muy ardientes...Los que estamos fuera de foco somos los hombres ) sino la que vibra al hacer el amor solamente con el hombre que ama. Una mujer interesante no es aquella que se siente halagada al ser admirada por su belleza y elegancia, es aquella mujer firme de carácter que puede decir NO. Y un HOMBRE........UN HOMBRE EXQUISITO es aquel que valora a una mujer así...... Que se siente orgulloso de tenerla como compañera.... Que sabe tocarla como un músico virtuosísimo toca su amado instrumento... Que lucha a su lado compartiendo todos sus roles,
desde lavar platos y atender tripones, hasta devolverle los masajes y cuidados que ella le prodigó antes... La verdad, compañeros hombres, es que las mujeres en eso de ser 'Muy machas' nos llevan gran recorrido... ¡Qué tontos hemos sido -y somos- cuando valoramos el regalo solamente por la vistosidad de su empaque...

Gabriel García Márquez.



Lo único que puedo criticar de esto es el comentario referente a que se es más mujer por sacrificar tu vida por la de los demás.
Precisamente ese rol es el que tantos disgustos (y alegrías) ha dado a las mujeres en su vida amorosa y familiar. Y del que tendrían que aprender algunos hombres.