Urbanismo Protesta

  • http://bicicritica.ourproject.org/web/
  • http://quierescallarte.ourproject.org/

miércoles, 31 de octubre de 2007

Dedicado a Halloween... más monstruitos

Como ya queda menos para esa noche yanki que se celebra más que el carnaval, y que se ha metido en los colegios como si fuera una obligación moral o algo así, cuando nunca antes se le daba una mínima importancia, voy a dedicarle unas líneas a otro monstruo igualmente abominable que sale a pasear en cualquier momento de nuestra vida y que puede ser mucho más pavoroso a largo plazo que las brujas, monstruos o bichos varios que pueblan la noche de Halloween en las películas.

Voy a hablar de La autocomplacencia.

Tiene unas manitas chiquititas y temblorosas que roban autoestima y piropos y exigen atención, mucha atención por parte de la gente. A sus víctimas las deja con cierto aire de autosuficiencia, de superioridad, y con cierta exigencia de adoración por parte de otros.

No confundir con la autoestima, que son cosas muy distintas. La autoestima es autovaloración, la autocomplacencia es autodevoración, y falta de autoestima.
Nos podemos encontrar muchos autocomplacientes en diversos campos, así como en las facultades, vendiéndoles a los alumnos sus propios libros como si no existieran otros del mismo tema en el mercado, o en la calle con la gente que se cree que ha de ser adorada por siempre jamás, así como en algunas aulas; recientemente una compañera de trabajo me dijo:

"si me voy de aquí, el colegio pierde porque soy una profesora buenísima, pierden tanto los niños como el colegio, vamos. No pienso aguantar ni media de esos niñatos."

Si alguien que lee esto piensa ser maestro o maestra, por favor que no se deje comer por este monstruo, porque al final, lo peor de todo es que la gente lo confunde con profesionalidad, y ya la hemos liado parda.

martes, 30 de octubre de 2007

Pi y la narración

Como decía ayer somos Pi más una serie numérica en la que se podía incluir la narratividad y tantas otras cosas personales o generales.

Porque si bien es verdad que existen variedad de números, nosotros y nosotras tenemos algo en común, al menos la pertenencia al sistema numérico en sí; aunque nos guste ser tan diferentes, luego no lo somos tanto como pretendemos, y ahí está la lucha interna entre querer ser diferentes y ser iguales o similares a otros.

Pero ahí está la narración, el relato nos diferencia. La historia que cada uno se cuenta a sí mismo le hace actuar de una forma absolutamente diferente a la de otros. Si mi relato es el de un héroe o heroína de la antigua grecia, pongamos, o el relato de una persona triunfadora, mis actos van encaminados a triunfar, si mi relato es el de una persona derrotada por la vida, mis actos serán derrotistas. No soporto a ciertas personas derrotistas, porque en su mensaje siempre hay un "soy lo peor, socorro, sálvame".
Pero eso no significa que porque yo me diga que ganaré, vaya a ganar siempre. Significa que afrontaré los fracasos con mayor fuerza que si ya espero fracasar sin haber hecho nada.

Es importante ser buenos cuentahistorias, para podernos contar la historia que merece la pena acerca de las cosas, y que más se aproxima a la realidad. Porque nadie tiene la realidad completa, pero al menos si el punto de vista un poco más acertado sobre lo que sucede.

Comencemos el día de hoy con un "érase una vez un personaje que podía..." de ahí a poder, va un paso minúsculo.

lunes, 29 de octubre de 2007

El número Pi

Si mal no recuerdo, hace un tiempo considerable estuvimos hablando en una clase sobre qué es aquello que constituye al ser humano como tal, y empezamos a darle vueltas y vueltas, sin dar con ello, para nuestra frustración (y diversión del profesor, que se lo estaba pasando pipa, yo creo que para sus adentros decía: míralos, ahí, tratando de descubrir aquello que muchos autores han tratado de descubrir...)

Para mí la explicación más acertada fue la siguiente:
"Somos como el número pi, con todos sus decimales que se van sumando cada vez de una forma mayor, a medida que crecemos y nos van pasando cosas nuevas..."

Pi, 3,14,1,6 etc etc

Ahora bien... ¿qué es ese PI? Sigo sin tener la respuesta, yo quiero llamarlo humanidad, eso que nos hace humanos (eso o esas cosillas que nos hacen identificarnos como seres humanos, ojos, nariz, boca, corazoncillo, valores...).
Los que llevamos el 3,14 somos de la misma generación, el 3,14,16 son aquellos de la misma generación que viven en la misma ciudad (y así sucesivamente, hasta el infinito y más allá, como diría Buzz Light year)
¿a dónde conduce todo esto? Ni idea, tal vez explique algo, tal vez nada.
En cuanto a las generaciones, llama muchísimo la atención que en algunas cosas, si volviéramos a ver a la gente del colegio nos encontraríamos que nuestra vida tiene cosillas en común en cuanto a la trayectoria (todos van dando tumbos de unos trabajillos a otros, y todos tienen problemillas semejantes, aunque cada vida es diferente en sí misma).

Lo llamativo es, cómo tu propia generación puede devolverte tus recuerdos cuando te los encuentras de nuevo (pongamos generación escolar, que han vivido contigo muchísimas cosas), cómo sin darte cuenta te puedes encontrar que esos recuerdos están ahí.
Por eso, además de Pi, somos narración, historia a medio terminar.

Que no me muerdan los filósofos de la hermenéutica, no he descrito nada nuevo, lo sé. La narración es algo que nos acompaña siempre, que construimos entre todos, y por eso no hay nada más doloroso que perder la memoria; porque es como quedarse sin relato, sin luz y sin sendero por el que caminar.

viernes, 26 de octubre de 2007

Las chicas tienen menos sexualidad que los chicos

Titulo esta entrada así por un motivo que viene indignándome desde unos cuantos años:

La estúpida teoría de que las mujeres tienen menos sexualidad que los hombres.

Esa imbecilidad se la inventó algún machista, y tiene mucho eco, no lo creáis; hay quien piensa que si ella no tiene ganas de tener sexo es absolutamente normal ¡¡¡es una mujer!!! y lo que hay que hacer es simplemente convencer y persuadir, cuando no protestar.
Conque tenemos ya una situación absurda.

Si las mujeres no tienen tanta sexualidad, entonces hay que convencerlas
Si las mujeres no tienen tanta sexualidad hay que esperar a ver si tienen la deferencia de decir que sí.
(pobres de los machos ibéricos sin un polvo esa noche no van a poder sobrevivir)
Si una noche dices que no te apetece, le estás cortando el rollo. Pobrecito...qué va a hacer sin tener su orgasmo. (que no el tuyo, vaya)
Todo esto se basa en una teoría, igualmente absurda que basa las relaciones sexuales en la biología humana, sin tener en cuenta los factores sociales o emocionales.
Lo único que me parece es que hace más daño que beneficia, porque así, igual que la mujer anda presionada con tener o no tener ganas, el hombre tiene que dar la talla.

Que conste una cosa bien clara: no sólo los hombres se fijan en las mujeres. Sólo hay que vernos a mí y a mis compañeras de patio en el patio de recreo donde trabajamos. Que grandeza ver pasar a los monitores de extraescolares para el fondo. Vamos, es una alegría para nuestras hormonas.

¿Somos entonces hombres y no nos hemos dado cuenta? Vaya, a ver si así de golpe me va a crecer algo entre las piernas por manifestar algo...

miércoles, 24 de octubre de 2007

House y Wilson.

( Pega y corta de algo que escribí hace un mes o así)


La amistad de House y Wilson es increíble. Es juntar a Niestzche (House) en persona con la convención social encarnada en Wilson.
En realidad los guionistas no sé si saben que están poniendo a dos personajes que no tienen nada que ver en el mismo diálogo, que equivale casi a un diálogo socrático entre dos posturas: “La gente siempre miente” / Hay que confiar en la gente.
El debate, dentro de la serie siempre se decanta a favor de House; la mayoría de los personajes mienten. Quizá eso es lo que me parece más criticable. Me gustaría ver algún capítulo en el que la visión de Wilson predomine sobre la de House, que se equivoque y su desconfianza le haga fallar.
Tal vez pienso así, sin duda alguna, porque me canso de tanta desconfianza, de los dobles sentidos que nos encontramos en la gente, de tener que medir mi confianza tanto, porque si no me pueden tachar de "inocente" o de "niña".
Lo curioso, sin duda es que, tengo amistades similares a la de House y Wilson. Yo quiero creer en la gente, y algunos de mis amigos han dejado de creer en ella y sólo fijan su atención en las razones para desconfiar.
No sé, me gusta situarme en la confianza por una razón: porque sea como sea, nadie puede engañarnos dos veces. La primera puede que sí, pero la segunda, es más difícil.
La segunda vez es la última, sin duda. Nadie quiere ser engañado a no ser que piense que es su única oportunidad, a no ser que esté desesperado por conseguir algo.
No sé, alguien me enseñó que la confianza también es necesaria para vivir… y si no es así, me pregunto cómo es posible que quien defiende lo contrario pueda dormir con los ojos cerrados. Al menos confía en su familia o en que sus convecinos no van a volar el edificio, o que puede caminar por la calle sin que se le caiga un ladrillo encima o le atropelle un coche. Porque, hay algo que tenemos que reconocer: si nos saltamos las normas es porque existen. Y no siempre lo hacemos, lo que nos deja un pequeño margen de confianza
Estoy cansada de dar con espíritus desencantados; el optimismo debe comenzar a estar de nuevo de moda, debemos levantar la cabeza y confiar, para cambiar el mundo. No un optimismo idiota, pero sí un optimismo-realista que nos haga ver también la cara buena de la realidad.

martes, 23 de octubre de 2007

Spaum informativo

Estamos en la sociedad frenética de la información. Todo es información, textos, imágenes, palabras, nuevos textos, nuevas reinterpretaciones, y volver a reconstruir el significado de las cosas y volver a retocar lo mismo con nuevos puntos de vista, y recordar y procesar...

A veces creo que mi cerebro es como una jarra enorme que traga información que no le da tiempo apenas de procesar, como si de un sapo se tratara, que come moscas y todas le saben igual, a mosca zumbona.
Llevo semanas tragando moscas como una idiota, tragando y tragando más...y llegará un momento en el que se me saldrán por las orejas, tendré un panal en mi cabeza, haciendo bzzzzzzz bzzzzzzzz...

Gritaría basta ya, pero sé que en el fondo me apetece muchísimo aprender y pasa por la información, por la sobreinformación y por el control de lo que entra dentro de mi masa gris; pero cuando esta información sobrepasa los niveles de asimilación, como ya decía se me sale por las orejas, hasta el punto de querer explotar y hacer SPAUM.
Me pregunto si se me quedará algo dentro del cerebro cuando suceda esto. Tal vez no, tal vez lo que me encuentre sea una única frase que me ha gustado hoy de una clase:

"Las cosas más importantes son las más sencillas, y esa es la esencia de la intelectualidad"

La búsqueda de lo esencial, lo que realmente importa... pero ¿qué importa? Esa es la pregunta que me hago todo el tiempo desde que he vuelto a pisar mi adorada/odiada a veces, facultad.
Quien sepa responderse continuamente a esta pregunta tendrá en sus manos su propio futuro y sabrá conducirse por la vida adecuadamente.

Y yo mientras tanto, tropiezo por los rincones, sin saber cómo asimilar todo lo que llega. Creo que voy a permanecer en silencio por un tiempo. Cuando los cambios son enormes, hay que tomárselo con calma, sin perder el ritmo.
¿qué me importa? ¿cuál es la esencia de mi dirección? ¿por qué me muevo en vez de quedarme parada? ¿porqué siempre estoy inquieta y no puedo permanecer en ningún lugar?

No importa la respuesta inmediata, sé que no va a llegar de forma explícita, pero habrá claves sueltas por ahí...
Que viva la ralladura invernal.

lunes, 22 de octubre de 2007

Lunitis

Lunes viene de Luna, de Lunático y de Lunni, supongo.

De ahí que los Lunes parezcan días demenciales en los que nada está en su sitio; la cabeza está en el Sábado, los pies en el viernes que viene y el corazón en el día de hoy, en plan acelerado de un lado para otro, diciéndo: oye, que voy, oye que tienes que hacer esto, oye que tienes que hacer lo otro...

Acelera un poco maaaaas porque me quedo tonta y vamos mu lentoooo, me grita.

Total que, la gente deambula por los lugares, en plan Lunni con los ojos como platos diciendo memeces, como la que hoy ha soltado una chica en mi clase que es para darle el premio nobel a la estupidez, y en la que no merece la pena pararse tan siquiera. Le parece bien que en Suiza haya ganado la derecha y se propongan medidas en contra de los extranjeros e incluso que lo hicieran aquí, dijo, no tiene porqué estar mal...en fin...

O en plan Luna, es decir, mirando al horizonte con cara de absolutamente nada cuando en clase hay que opinar, aunque el tema sea interesante. Da igual que sea lunes o viernes, en realidad la gente nunca opina y luego nos toca a los tarados y taradas como yo rellenar esos huecos en los que los profesores dicen: ¿qué os parece esto?
Y opinas. Y el silencio del aula te devuelve el eco, porque aunque la clase merezca la pena y se busque dialogar, la gente no sabe, no quiere o prefiere bostezar, ser muebles en clase.
Eso es ser un lunático. Perder el tiempo en bostezar en vez de aprovechar que te dejan explayarte a tu gusto en una clase. Pero en fin, como la gente no sabe dialogar, sólo criticar, resulta complicado que haya realmente una conversación interesante. Al final acabas dialogando con el profesor, y en fin, aunque me caiga bien, yo que sé, tampoco es eso.

Hay que fastidiarse, la semana debería empezar en Martes, que es el dios de la guerra, al menos iríamos a clase con ganas de llevarle la contraria hasta a los percheros.

sábado, 20 de octubre de 2007

Mi querida Coliflor

Mi bicicleta se llama Coliflor, un nombre que se ha ganado a pulso por la decoración del cuadro
que tiene hojitas muy monas de color azul; sé que las coliflores no son azules, pero con esto de los alimentos transgénicos no me extrañaría que ya las hubiera por ahí circulando, en los supermercados para gente snob.

Pero que conste que ella no es snob, ni mucho menos, aunque se trate de una señorita de ciudad, un tanto reacia a los caminos muy pedregosos y a los pinchos, y muy sensible al humo de los coches, aunque cuando se trate de ir por la calzada, es más rápida que las motos, si tenemos en cuenta que se mueve por tracción animal

(es decir la tracción que incorpora la animala de su dueña que soy yo...jejeje)

Lo más hermoso de todo es que, no le disgusta conocer gente nueva, y ha habido días en los que ha cambiado de animal tracionador por unos minutos (hasta incluso media hora) y no se ha quejado apenas a la vuelta, salvo por algún que otro rasguño en la pintura del cuadro, que debería pintar de nuevo o retocar un poco para que no pierda su encanto bohemio.

Fijaros si será bohemia, que un día estaba aparcada a las puertas de un bar, en Sol, y un tipo con una cámara le hizo una foto. No sé donde andará, me gustaría encontrarle para pedirle una copia y hacerme un póster.

Pese a su elegancia y a que mucha gente la admira, Coliflor es de naturaleza noble y no presume abiertamente de su agilidad. Simplemente le gusta acelerar en las cuestas abajo, para que su dueña sienta la velocidad del viento en la cara, y frenar suavemente al llegar abajo.
Es posible que no sepa correr como un bólido, o como una moto, o que no tenga la aleación de la chapa de un porsche. Pero al lado de ellos, siempre llamará la atención su silencio y sabiduría, que la hacen un medio de transporte tan elegante y sabio como la naturaleza misma.

viernes, 19 de octubre de 2007

Plaaaanessss

Planeando planeando y planeando se pasa la vida.
Llega un momento que, va y llega todo eso, todo lo que has planificado y uaaaao, no es lo que tu imaginas, VALE, perfecto, no me importa. Si lo elegí fue por algo...pero qué algo qué dichoso algo, qué era ese algo...?

Pues, ese algo era... No lo recuerdo. Lo borré.
No pasa nada, que no cunda el pánico. Ahora que no hay planes, transcurre la vida y es... VIVA, sin duda algo que está lleno de sorpresas. Ahora que está aquí la sorpresa, nada de planes. Que surja todo, simplemente, que vaya siendo todo, tal y como sea, como quiera ser.

No voy a pedir más de la vida, por el momento.

jueves, 18 de octubre de 2007

Música

Notas musicales diferentes conllevan melodías musicales diferentes.
Y si a eso le sumamos el ritmo y el timbre, nos encontramos un maremágnum de músicas que pueden ser compatibles o incompatibles entre sí.

Para mí llegar a la facultad y trabajar en grupo supone juntar melodías diferentes con un mismo fin, con el objeto de que la música suene bien.
Es tan sumamente delicado como afinar las cuerdas de una guitarra, si te pasas un pelo suena mal, si no llegas tampoco suena como es debido.

Eso es, ni más ni menos, tanto trabajar en grupo como adaptarse como maestr@s a un grupo de niños. Complicado, pero hermoso como una melodía bien compuesta.

domingo, 14 de octubre de 2007

Flotar

De regreso a los pantanos del alma humana ¡sí! Me encanta esto de analizar al bicho humano, a ese ser que busca dios sabe qué cosas, y que se pierde constantemente por lugares recónditos.
Lugares como la depresión, la psicosis o la mera gilipollez.

O bien lugares como la lucidez, paraísos de nuestra vida en los que hay que repostar para seguir por arduos desiertos de arena y soledad.
Aunque, sinceramente, no creo que la vida sea un desierto, porque siempre hay gente, siempre hay amigos y amigas y aunque lo fuera, en todo desierto hay vida oculta.

La gente busca desesperadamente algo que no ha encontrado bajo la arena, un fin, algo que llene su existencia más allá de lo que tiene.
Pero... ¿lo hay?

¿Realmente es sano perseguir fantasmas? ¿debemos anclarnos en lo que no hemos logrado?
En verdad lo ideal es intentar perseguir sueños sanos y si no hay solución, alcanzar lo que podamos alcanzar.
Porque, lo queramos o no, vivimos en este mundo y nuestros pensamientos acerca de él producen cambios,es decir nuestra propia filosofía. El que crea que desligándose de pensar va a lograr algo anda listo. Lo mismo le digo al que crea que desligándose de sentir va a entender las cosas. Pensar y sentir en una dirección sana y que se acople a nuestra realidad es el mayor logro de una vida humana. Y no peco de individualista, porque nuestra realidad lo queramos o no, es necesariamente social, lo cual nos lleva a estar con gente, a vivir cooperativamente y a querer al prójimo.

Para qué decir más. Lo sano es vivir donde vives, estar donde estás y entender, sobretodo entender mucho, aunque no te entiendan.

sábado, 13 de octubre de 2007

Frases del Tabú

Sigo en la dinámica de relajar un poco las neuronas, en este puente, y escribir cosillas un poco menos profundas. Aunque me guste nadar en aguas pantanosas, también necesito de vez en cuando salir a la superficie para reírme de las cosas. Ahí queda eso, una de frases del Tabú:

- "Vocablo machista que se usa para designar a la mujer...... respuesta: Furciaaaaa"

- "Cuando resuenan para que la gente vaya a misa ¿Qué es?"....respuestas: El tin tón de las campanas...-nooo- pues, ¡el ton tón de las campanas!-

- "Está entre la vida y la no vida".....respuesta: Un ángel!

- "En la plaza de los pueblos, es un señor que se coloca en la puerta del ayuntamiento y te regala cositas a cambio de dinero".....respuesta: Chuloputas!

Espero poder completar la colección de frases otro fin de semana, con más chorradas

viernes, 12 de octubre de 2007

Náufragos

Hoy nada, estoy de descanso de puente. Sólo dejar una lectura del país que merece la pena ver, y valorar las oportunidades que tenemos en este primer mundo, que otros no tienen.

Hoy, más que nunca vivimos a cuerpo de rey, y no voy a ser yo la que se lamente diciendo: probrecitos nosotros que no tenemos futuro, no tenemos vivienda... Hay quien ni siquiera eso.

http://www.elpais.com/articulo/reportajes/Naufragos/elpepusocdmg/20070826elpdmgrep_6/Tes

Leed y valorad.

jueves, 11 de octubre de 2007

La vuelta a la facul...

Estoy pisando la misma facultad y pasando por los mismos lugares que hace apenas un año y medio, pero algo es diferente.
Ese algo es el enfoque. Antes estudiaba porque tenía que acabar la carrera, ahora es bien distinto: estudio porque lo he elegido, lo he querido y si no me lo saco en su tiempo no pasa nada.

Empiezo a apreciar las diferencias entre tener temor al profesor o profesora porque te puede suspender, a tener interés por lo que diga porque, sea como sea te va a enseñar algo, hay que cazar al vuelo todos los vocablos, todas las afirmaciones y replanteárselas, revisarlas minuciosamente, críticamente para saber a qué enfoque responden.

Es el momento de decidir además, si me quedo con esas reflexiones o las dejo para el exámen final y se acabó. El momento de atrapar lo interesante y lo otro fuera.

Antes era el momento de sacar la carrera para tener un futuro. Ahora es bien distinto, supone captar los mínimos detalles, aprender o aprehender todo lo posible, porque en cualquier momento puede que no sea posible hacerlo.
Creo que me he convertido en una criatura espongiforme, absorvo todo lo que escucho, pero lo tóxico lo cribo, lo mando a paseo sin más dilaciones.
Soy como un aparato digestivo que absorve los nutrientes y la caca fuera.

Descubrí que, tenía una actitud de rebelde sin causa que no era más que una barrera defensiva ante ¿qué? Ante nada, ante cosas que no eran ofensa ni mucho menos. Sólo hay que defenderse ante lo ofensivo, no ante las ideas que puedas cribar o deducir, e incluso procesar adecuadamente. Ante aquellas que son, como ya he dicho caca pura, mejor dejarlas irse en forma de lo que son.

La auténtica capacidad para el cambio, no parte de la rebeldía, parte del conocimiento y de poder tomar cartas en el asunto y para ello, hace falta información. Es el poder máximo, el conocimiento, y la capacidad de procesamiento de éste, lo que nos hace actuar de forma coherente. La rebeldía bloquea el proceso de análisis de la información y cierra la puerta del diálgo. Por lo tanto no es buena compañera para aprender.
Podría dedicarles páginas enteras a mis maestros y profesores, escupiéndoles por mala gente o alabándoles por buena gente, pero son tantos, que tal vez no merezca la pena hacerlo.
Baste con la idea de que ellos tienen la culpa de que esté pensando en estas cosas.
¿les doy las gracias o les mando a paseo?

miércoles, 10 de octubre de 2007

Partida y difusa

Hoy me he sentido como si hubieran cogido un hacha y me hubieran partido por la mitad.
Y esto es porque mi cabeza dice A y mi cuerpo hace lo que tiene costumbre de hacer, o se me atascan las palabras que quiero decir, o bien no me sale lo que quiero decir y produzco efectos inesperados... Vamos un desastre.

Mi cabeza vuela de unos lugares a otros sin que consiga que mi cuerpo y mi voz le siga el paso, es como una maldita pelota de pin-pon que rebota de un lado a otro sin parar, y no se frena en ningún lugar, es cómo si, ya os digo, me hubieran cortado la cabeza y fuera de un sitio a otro, alocadamente diciéndome: hay que hacer, hay que hacer o "mira como mola esto" mira como mola lo otro...

Que espanto. Cuando me quiero dar cuenta, mis objetivos se han ido al garete y me estoy centrando en el vuelo de una mosca tse tse que anda pululando por la bóveda espacial, que me dice: vete a dormir, narices, pero por otro lado mi cabeza me dice: Lee, lee, escribe, escribe, haz cosas, no te duermas en los laureles...

Y a mí, me dan ganas de coger un bote de superglú y pegarme para siempre la cabeza sobre los hombros y condenarla durante un buen rato a permanecer en su sitio sin inventarse paranoias, que bastante trabajo hay por hacer y demasiada dispersión. Y no me cunde, narices, estoy indignada.
A veces cogería el mundo y lo borraría con un lápiz para luego dibujar lo que tengo en mi cabeza. El problema es que, ni puedo, ni sé dibujar bien. Creo que necesito clases para mejorar, porque las representaciones mentales que tengo parecen patatas con ojos en la realidad.

martes, 9 de octubre de 2007

Monstruos de la mente. ( Darth Vader)

- Coooof cooooofffff- tose Darth Vader desde el fondo del lado oscuro- Ven a miiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

- Que no, tronco, que paso olímpicamente de fumar hachís

- Coooooof cooooofff, es de buena calidad

- Ni en broma Darth Bruner, o como leches te llames, yo no fumo de esa mierda

- cooooof cooffff, el lado oscuro es mejor. Y te aburres menos.

- Joder, Darth Vader, pesao, que yo nunca me aburro

- coooof coooof coooof... mientes

- Pues no, a mí dejame tranquila

(............................................................)

Tras media hora de discusión, Darth Vader se va con la cabeza gacha, "Qué tía más aburrida" No cae ni pa dios en la vaguería, ni en la desidida, ni en la rutina. Y mira que ya he tendido unas cuantas trampas.
Me piro con los funcionarios de matriculación, que esos si que me compran.

lunes, 8 de octubre de 2007

Monstruos de la mente (2)

La ceguera de las señales.

Esa maldita manía de decir: claro, si esto ha sucedido, es una señal. Qué narices va a ser una señal, lo que pasa es que si quieres hacer algo tu mente va a fijarse en aquellas cosas que van encaminadas en esa dirección y las va a catalogar como señales, aunque en realidad millones de veces antes hayan estado delante de tus narices.

Que si, que es muy bonito estar en el pensamiento mágico-religioso y decir: oooh, esto es signo de que se me van a cumplir los sueños. Los sueños no se cumplen por sí solos, se trabajan por ser cumplidos.Y si no luchamos por ellos, pues nada, porque llegue una señal no van a estar más cerca.
Otra cosa sería que algo sea la causa de que suceda algo. Llamémoslo signo. Sólo nos está indicando que sucede algo.

Pero de ahí no se puede deducir que sean la indicación clara de que , porque he visto esto, va a suceder aquello. Por ejemplo: Hoy ha llovido y las flores están abiertas. No es lo mismo que decir Hoy ha llovido, es señal de que las flores se van a abrir (pongamos que esto sucede en pleno invierno). Si lo extrapolamos a situaciones cotidianas... el error es infinito.

Pero, ya se sabe, la mente genera monstruos y más aún cuando estamos en estado de aburrimiento crónico.

domingo, 7 de octubre de 2007

Monstruos SA (1)

De todos los monstruos uno de los más abominables es el monstruo de la prepotencia.

Merienda realidad y cuando te quieres dar cuenta, la gente se burla, porque crees que todo lo dominas, pero...cuidado, porque cuando más realidad merienda el monstruo de la prepotencia, más fuerza sobre la realidad pierde y puede ayudar a concebir ideas falsas.
Todo no lo podemos. Podemos parte, pero no todo y siempre conviene echar un ojo y observar atentamente, y medir las metas con una reglita fina, muy fina y precisa.

El que cree que todo lo puede se estrella.

La meta realista es el mejor sueño.

(realista, no limitada, no confundamos)

sábado, 6 de octubre de 2007

De las ilusiones y otros monstruos de la mente

En las últimas cosas que escribo, me asalta constantemente el tema de las idealizaciones e ilusiones, y no dejo de preguntarme constantemente ¿Cuál es la altura correcta de las metas e ilusiones? ¿cómo medir cuándo se está subiendo demasiado alto como para estamparse contra el suelo?
En los años que llevo en esta existencia tan extraña, he sido arrastrada por ideales que me han durado años, meses, semanas o días. No obstante, sigo sin saber medir la fuerza de una meta, o la incorrección de una idea, lo mido a trancas y barrancas, ahora con mayor agudeza visual y con mayor cuidado, porque me importan más los resultados de las ideas que formulo sobre este mundo... pero

¿acaso no es verdad que, la ilusión también es necesaria? ¿no es cierto que cierto grado de ilusiones se necesitan para seguir viviendo en este mundo? ¿o es realmente la vista de las cosas tal cual lo que nos hace felices?

Sé que sin ciertas idealizaciones yo no me habría planteado muchas cosas, no tendría el empuje para seguir haciendo cosas nuevas, o seguir viviendo experiencias diferentes. Es como un motor, que me empuja por dentro hacia afuera, me lleva de unos sitios a otros, de unas situaciones a otras, mejores o peores, pero siempre diferentes y que no todo el mundo vive.
No sé, en cierto modo, cuando se frene esa ilusión, creo que estaré un poco muerta, y he vivido momentos en los que, he tenido la sensación de que todo el empuje desaparecía y se quedaba la realidad al desnudo. Pero tampoco era la realidad, sino la realidad desfigurada por la máscara de la tristeza. Eso tampoco es verdad.

Luego... ni tanto ni tan calvo. La realidad al desnudo es otra cosa; no es ni la vida triste y melancólica de la gente que lo pasa mal, ni la vida de farra nocturna que tienen algunas personas, que es de puro blandiblú, que se llena de mierda al caer al suelo y luego no sirve para nada, ni para pegar en las paredes.
Entonces... ¿cuál es la ilusión adecuada? ¿qué ilusión no es dañina? Yo creo que la ilusión reconocida, la que se percibe como tal y no como realidad. Ponerse las gafas y discriminar la ilusión de lo real (que no loreal, que es una marca de maquillaje también muy ilusoria) .

La meta es, pues, discriminar esta diferencia adecuadamente. Y una vez se haya hecho, las cosas pueden ser menos bruscas o al menos no habrá ese salto en picado desde los ideales hasta el frío suelo de la realidad.

De otros monstruos de la mente, como indica el título, hablaré en la próxima entrada, porque tengo muchas ganas.

viernes, 5 de octubre de 2007

Adoquines con playa y adoquines sin playa

Poesía en rima insonante, o en honor a uno de mis chavales del año pasado de los scout, el poeta por excelencia, Rodrigo, "rima antisonante".

Hay adoquines, floridos,
que esconden, más cemento.

Otros esconden playa debajo.
Otros chapapote y debajo arena
Otros, en cambio, esconden vacío. O tal vez hierba

O tal vez, un poco de tierra
tierra mojada...
Podemos ignorar lo que haya debajo, pero
lo queramos o no
la superficie esconde algo.

Libres somos de desenterrarlo,
mirarlo desde lejos
o implicarnos en ese fondo.

Y qué si nos encontramos la negrura,
oscura del chapapote

Y qué si encontramos hierba y caracoles...

Al menos habremos llegado a ver
más allá del asfalto.

Fuerza de voluntad

De un tiempo a esta parte han desaparecido la impaciencia sustituida por otra cosa: la necesidad de darle tiempo a las cosas para que fluyan, para que sean, sin más, sin tener que dirigirlas o rechazarlas porque no son lo que yo quiero.
Siendo así, es como me puedo relajar un poco, admirar el paisaje sin forzar la máquina y detenerme en los detalles y formas que se van dibujando en el aire, sin aferrarme a ellos, dejándolos ir, dejándolos marcharse por donde han llegado.

Lo que parece falta de voluntad es lo contrario: saber admitir las cosas tal y como son, para seguir con ellas, o no, según vayan surgiendo las cosas. Dejarlas ser, tal y como son, simplemente, porque ya basta de condicionarlo todo sin disfrutar. Es hora de escuchar y comprender, abiertamente, de descerrajar las puertas y abrir el alma a lo nuevo.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Haces de luz

Caminaba por una calle oscura cuando de pronto se acercó una luz enorme, una luz tan grande que llegaba hasta mí, y que se quedó conmigo mucho rato, tanto que han pasado 2 años casi con esa luz dentro.

La luz ha inundado todo: lo bonito y lo feo. Es verdad que veo lo más bonito, pero también veo lo más feo, me he hecho muy consciente de lo que me rodea gracias a esa luz, me ha hecho incluso crecer dos palmos por encima del suelo, sin saber cómo.

Y heme aquí, parada viendo como el creador de esa luz se marcha y con la impotencia de no poder decirle absolutamente nada coherente, de no poder soltar mis sentimientos de golpe, de decirle lo importante que fue ese chispazo de energía. Tal vez lo consiga algún día, o tal vez ya no haya ocasión. No lo sé, porque de pronto me parece que la luz, aunque la lleve conmigo, no llevo al portador de ella, aunque me gustaría seguir en el pasado, las cosas avanzan inexorablemente, y le veo alejarse, porque yo misma no le he dicho nada. Tal vez no había nada que decir, pero a mí me quedan muchas explicaciones que dar, mucho por hacer y aprender, y me siento más motivada que nunca a seguir por ese camino de preguntas sin respuesta y de respuestas sin pregunta asociada. Me queda mucho camino, y me quedo con la luz, pero sin el portador, sin el que, sin darse cuenta apenas, me empujó a seguir.
La decisión fue mía, pero necesité un pequeño empujón, y aquí estoy, en medio del pasillo, gritando en la oscuridad, con una candela que me inunda entera de luz, con una respuesta y mil preguntas, con un camino enorme, una vereda misteriosa, que me conduce a un camino pedregoso, lleno de dificultades, que es la educación.

Me gustaría gritarle al aire algo así como ¿y dónde está esa tierra prometida? ¿donde está esa isleta donde la gente es feliz y no hay dolor? No existe. Yo ya lo sabía. No hay tal isleta, no hay tal lugar llamado Utopía.
La utopía se crea, se construye con la gente. Es lo malo y lo bueno. Las utopías educativas requieren de gente, no de sueños simplemente.

¿por qué tú no eres el que me va a salvar? ¿porqué tú no eres quien yo creía?

No me responde, se queda inmóvil esperando a que siga hablando. No es más que lo que yo quise que fuera, el portador de la luz. Pero la luz ya está en mis manos y se marcha con su paso apresurado o tranquilo, según el momento. O tal vez ni siquiera se marcha y la que se está llendo soy yo, me estoy alejando porque esa luz cura pero quema al mismo tiempo, me hace ver que es así, la ausencia de respuesta ante ciertas cosas que todos conocemos y no nos gustan. La pura verdad.
Es como caminar con los pies desnudos sobre el asfalto. Lo que hay se nota, tanto lo bueno como lo malo. Los zapatos del idealismo protegían, pero en el fondo me hacían rozaduras y me los tuve que quitar.
No sé que vendrá ahora, pero el salto ya está dado. La luz está conmigo ¿qué más puedo pedir ahora?

martes, 2 de octubre de 2007

Aire fresco para la enseñanza

Hoy he estado hablando con mi tutora de prácticas, una auténtica profesional de la enseñanza de Educación Infantil, y me ha dejado un tanto helada con sus sentimientos acerca de la situación de la educación en general.

Lo difícil e irónico es que los maestros y maestras que más aportan son constantemente vapuleados por circunstancias complicadas y por padres complicados, (aunque no hay que victimizarse, lo que sucede es que el papel de los maestros y maestras está un poco devaluado, poco valorado, y para colmo eso de que " tienen muchas vacaciones")

Pero es que, las necesitan. Muchos maestros se lo curran realmente, les importa tanto que apenas pueden dedicar tiempo a sus propias familias, y por contrapartida lo que reciben es muy poco a cambio.
Cuando eliges ser maestra, no sabes bien si eliges un ideal o una profesión como es realmente, una profesión un tanto complicada. Las películas nos han dado una imágen muy bonita, muy idealista y casi de super hombres y super mujeres que tienen la capacidad para abarcar los problemas personales de sus alumnos, hasta el punto de que cambian sus vidas y les hacen ser auténticos talentos.

Seamos realistas, un alumno que tiene graves problemas podrá cambiar en tanto de que reciba una ayuda adecuada, y no sólo del maestro, sino de los servicios sociales, de psicólogos y otros profesionales, además de contar con una pedagogía adecuada en el centro en el que estudie, que le haga ser protagonista de su propio aprendizaje, y no un mero receptor de los conocimientos que se acumulan en los libros que tiene alrededor, pero no en su cabeza.

Significa esto que no somos omnipotentes como maestros, que no tenemos capacidad ilimitada y que sin el apoyo de la sociedad estamos en pelotas como quien dice.
La enseñanza, irónicamente, se hace mucho más dura para quien quiere contraeducar, para aquellas personas que quieren trabajarse más las cosas mucho más allá de un sinfín de fichas todas iguales que no son más que meros entretenimientos académicos, diseñados para que los padres vean que sus hijos "estan haciendo algo en el colegio". Aunque sea pegar, pintar y recortar automáticamente o absorver automáticamente conocimientos para vomitarlos en los exámenes (en el caso de primaria). De entrada el que no hace fichas, lucha con eso.

También ha de dar explicaciones continuas de su trabajo, tomarse su tiempo para hacer las actividades, tiene mucho trabajo por delante. Trabajo no valorado, por ser desconocido para muchos.
Cuando critiquéis a un maestro o maestra, preguntaros qué hay tras de ese humano o humana, si realmente no es que nos gusta tanto soñar con profesores ideales que rescatan alumnos, que no nos damos cuenta de que tal cosa no existe, ni en la enseñanza ni en las mejores familias.

Queremos que nos salven, que nos mastiquen las cosas 200 veces y que nos aprueben directamente sin esfuerzo alguno y para colmo nos quejamos de que no nos dicen lo que queremos oir. De verdad, cualquiera que lea esto, que reflexione sobre su forma de actuar con sus profesores y si realmente esta viendo a quien tiene delante o en cambio un ideal.

Aire fresco para la enseñanza. A mí desde lejos me está oliendo a pocho, y me da una lástima tremenda.

lunes, 1 de octubre de 2007

Breve pensamiento...

El día que se dejen de vender babys rosas y azules, o que estos babys se los pongan los niños o las niñas indistintamente, la educación habrá progresado.

La lástima es que aún quedan lugares donde las niñas visten de rosa y los niños de azul como si fueran colores necesariamente asociados al género.

From Lost to the river

Llega el día en el que te das cuenta de que las ideas valen, siempre que cuadren con la realidad, en el caso contrario, si no hay ninguna coincidencia, tal vez lo mejor será recortarlas del mapa, o adaptarlas conservando lo más importante.

Si no es así...aire.

El viejo orgullo desaparece cuando me doy cuenta de que no hay más que eso, renovarse o morir, reciclarse o hacerse una antigualla humana que blasfema cuando hay algo que no encaja.

Me quedo observando esa imágen del pasado, y me entra cierta risa, parece creerse feliz, pero, no , no lo es, o no sabe que lo que le espera es renunciar a esa fachada infantil y rezagada. Me dan ganas de decirla: sal corriendo antes de que empieces a crecer. Pero ya es tarde, se desvanece en el aire, dejándome a mí, mi viva imágen, que sonríe ante el espejo, con cara de profesional; profesional ¿de qué?
¿Cuántos papeles más voy a tener en mi vida? ¿cuántos disfraces? No son disfraces, no te engañes, en realidad son momentos y necesidades concretas. Precisamente ahora es cuando más entera me encuentro, cuando más real me veo en el espejo, tan real como la vida misma.

Y ese papel de rebelde, desapareció, dejando un sentimiento de nostalgia...nostalgia ¿de qué?
La niña rebelde no conseguía nada, nada más que un absurdo hilo de regañinas o de palabras a favor...pero tampoco era ella misma, porque lo que quería era ser vista, no conseguir cosas por los demás, eso era pura fachada, puro timo.

Y ahora, queda la casi auténtica mirada, irónica o alegre, pero casi desnuda de tonterías y de frases de cartón piedra. No quiero regresar a esa etapa. El salto está ahí, inevitablemente, tenía que suceder, tenía que estallar en pedazos, era cuestión de tiempo...

Cual ave fénix surcando el cielo azul, con nubarrones siempre, camino hacia el metro, preguntándome como siempre si he escogido el camino correcto.