Hoy me he sentido como si hubieran cogido un hacha y me hubieran partido por la mitad.
Y esto es porque mi cabeza dice A y mi cuerpo hace lo que tiene costumbre de hacer, o se me atascan las palabras que quiero decir, o bien no me sale lo que quiero decir y produzco efectos inesperados... Vamos un desastre.
Mi cabeza vuela de unos lugares a otros sin que consiga que mi cuerpo y mi voz le siga el paso, es como una maldita pelota de pin-pon que rebota de un lado a otro sin parar, y no se frena en ningún lugar, es cómo si, ya os digo, me hubieran cortado la cabeza y fuera de un sitio a otro, alocadamente diciéndome: hay que hacer, hay que hacer o "mira como mola esto" mira como mola lo otro...
Que espanto. Cuando me quiero dar cuenta, mis objetivos se han ido al garete y me estoy centrando en el vuelo de una mosca tse tse que anda pululando por la bóveda espacial, que me dice: vete a dormir, narices, pero por otro lado mi cabeza me dice: Lee, lee, escribe, escribe, haz cosas, no te duermas en los laureles...
Y a mí, me dan ganas de coger un bote de superglú y pegarme para siempre la cabeza sobre los hombros y condenarla durante un buen rato a permanecer en su sitio sin inventarse paranoias, que bastante trabajo hay por hacer y demasiada dispersión. Y no me cunde, narices, estoy indignada.
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