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lunes, 12 de septiembre de 2011

La vida sin dramas

La vida sin dramas es una vida simple, de isla.

Cuando alguien no me habla no me preocupo, no tendrá nada que decirme. Y si no pregunto qué pasa. Y si veo un gesto raro, me pregunto qué habré hecho mal, analizo la situación y le encuentro respuesta. O me disculpo si hay algún motivo cultural.

Además, me importa poco la gente que no me hace caso, porque no son relevantes, simplemente. Siempre que no sea mi jefa o la casera que desde hace una semana no me responde (cuando sólo quiero que me mande una dichosa carta para tener el pps number-un número muy relevante para considerarte ciudadano activo en Irlanda - y lo más relevante ¡social welfare!-

Aun así mi vida es simple. No pido la luna, y hoy ha habido una novedad: El huracán Katia ha pasado de refilón por la isla (tampoco se ha notado mucho) pero ya me he emocionado porque había algo de lo que hablar.

Hablando sobre amores y desamores con una amiga (española) he llegado a la conclusión de que he llegado al estado de nirvana emocional. Nadie me puede hacer daño. ¿y esto que tiene de relevante? Cuéntale tu vida a otro!!!!

Es relevante. Ya no me monto dramas. Como mujer esto es relevante porque eso significa que ya no magnifico la importancia de las cosas ni genero películas a partir de pequeños gestos, ni me creo ideas falsas. Me estoy volviendo realista.


¿Qué mensaje quieres lanzar al mundo internáutico, Sara?

Que la vida es sencilla, y que si alguien te quiere, ya te lo demostrará. No hay que forzar las cosas. Water watched never boils.

Eso.

viernes, 19 de junio de 2009

Cordones (2)

Desde que se han abolido los cordones de los zapatos, la vida de los educadores infantiles es mucho más fácil: basta con abrochar esos chismes que llevan los enanos en las zapatillas, y se acabó.
El problema es que, a veces los niños no desean llevar zapatos; a veces o casi nunca en casos muy concretos de pequeñajos con ansias de pisar el suelo con los pies desnudos en una especie de vuelta a la edad neardental y estos mecanismos les facilitan la huida desesperada de la imposición civilizadora de los zapatos.

Yo, al igual que muchos críos, tampoco llevo zapatos con cordones, sólo si voy a correr los domingos al parque (proyecto que está en mi cabeza desde que se inauguró la Operación Bikini, más o menos a mediados de Marzo). Ahora he decidido caminar con unas divinísimas sandalias de cuero marrón, con un taconazo de al menos 2 cms. La pregunta es ¿Para qué una persona lo suficientemente alta se permite el lujo de comprarse unas sandalias con tacón?

La razón es casi la misma por la cual los críos de 3 meses llevan patucos: Es decorativo. ¿Por qué a ellos no les colocan una tela de jamón en los piés que les tape lo suficiente, si hoy en día, además apenas pisan el suelo porque todo es archi-mega-ultra-peligroso? Por el mismo motivo. Queda estético.

El caso es que he estado caminando con ellos durante 5 días (con el descanso intermedio de las noches y comidas) con el objetivo de sentirme ¿femenina? y un poco elegante, y las conclusiones sobre el estudio son las siguientes:


- Llevar tacones produce preocupaciones relevantes como por ejemplo: ¿Resbalará este suelo? ¿Habrá socavones en aquella acera? ¿Podré llegar hasta la siguiente esquina sin que se me tronchen los tobillos o se me baje toda la sangre a los pies?
¿Si me persigue un violador, qué hago: me quito los zapatos y salgo corriendo, o se lo tiro a la cabeza directamente a ver si acierto y le abro una brecha en el cráneo?

(La caza con tacón podría ser una modalidad deportiva interesante...)

- Los tacones son divinos, dan impresión de fragilidad y elegancia, que es un rasgo atractivo para los hombres...- (la percepción de la elegancia suele ser cultural, la fragilidad es real, y más cuanto más altos son los tacones)

- Si te duelen los pies te puedes sentar y dejar que la sangre fluya por tus pies un rato, para después gangrenártelos cuando te pongas otra vez de pié. Con suerte no hará falta ni que te pintes las uñas...

- Hay chicas que llevan tiritas en el bolso para poder ponérselas en caso de tener rozaduras, de modo que si tienes alguna herida, pregunta siempre a una mujer con tacones.

Quisiera acabar esta entrada defendiendo encarecidamente el uso de zapatillas con cordones en cualquier momento de la vida social, incluidos congresos y fiestas de etiqueta.
Es cierto que han vuelto las zapatillas bajitas, las dichosas manoletinas, pero no son lo mismo...
Y es que las zapatillas con cordones son seguras, cómodas, desarrollan la motricidad fina (no sólo a los críos, también a los adultos que ya no tenemos movilidad en las manos de tanto utilizar aparatos con botones) y la atención, porque cuando tienes los cordones desatados te los tienes que atar o evitar pisártelos.

¡¡¡Los cordones son pedagógicos!!!! No los dejen morir

viernes, 22 de mayo de 2009

Un cadáver exquisito

Iba yo esta noche con mi amiga Mitla por Alonso Martinez, buscando un local muy bonito, impregnado de recuerdos, de charlas con amigos y amigas, de juegos de mesa como el tabú y tantos otros. La cuestión es que, quería enseñarle el local y ya de paso sumar un momento más a mi rincón de la conversación, ese bar donde te gusta llevar a gente para hablar de cosas íntimas, en definitva, un rincón donde escapar del ruido de los garitos chunda chunda.

Total, que, cuando llegué al sitio en cuestión, me he encontrado un cartel totalmente distino, y un lugar radicalmente diferente:
Las paredes de mi maravilloso oasis estaban pintadas de azul (uno de mis colores favoritos) y tenían planetas que brillaban. También tenía unas lámparas hippies, de esas triangulares con muchos colores.
Pues bien, esa imágen de oásis cálido se ha visto truncada por otra bien distinta: Un local cuyas paredes eran políticamente correctas, pintadas de color blanco y beis, y en uno de los lados con dibujos de diseño moderno.

Las sillas, que eran de fabricación totalmente casera, también pintados de azul océano, con cojines también de colores, han sido cambiadas por estúpidas sillas de diseño, de esas ovoides, que parece que más que sentarte vas a poner un huevo, cual gallina clueca.
Y los camareros, que eran unos auténticos hippies alternativos, comeflores, ya no eran así: se trataba de un chico y una chica vestidos con mucha modernidad en peinado y estilo, completamente de negro. Muy fashion, vamos.

Os podéis imaginar que yo no iba a entrar en aquel cadáver de mi entrañable oasis, del cual sólo quedaba la forma de las paredes y el wc, al que no habían conseguido arrancar ese olor a incienso, que recordaba al antiguo bar donde yo iba. Pero, mi amiga tenía curiosidad, porque nunca había estado allí antes, y no se sentía como yo pisando un cementerio de recuerdos.
Total, que hemos entrado, nos hemos sentado y mientras charlábamos, yo miraba con ojos rencorosos a ese despojo de local, cadaver exquisito de mi antigüo oasis (hay que ver lo que nos aferramos los seres humanos a lo que ya no existe)y súbitamente ha sucedido algo: Han puesto una canción de Depeche Mode, un grupo que me enciende las pilas bastante.

Yo creo (aunque no lo afirmaría abiertamente delante de un psicólogo, por si las moscas) que el local me estaba haciendo ojitos, convenciéndome de que, tal vez podía aceptar que, ya no tendría más momentos en mi querido bar, que en el fondo esos dos locales tenían en común algunas cosas.
Pero, hablando con mi amiga del tema, me ha dicho, que bueno, que ahora justo estaba rellenando de un momento nuevo ese lugar, y que total, mi oásis seguía existiendo en mi memoria.
Así que, he decidido pasar página, y aceptar el cambio, no sin cierto pesar.
Y al salir y ver la mirada atónita de otras personas que iban al mismo oasis que yo, les he dicho: No busquéis el Sedna.Este es otro garito, el otro ha muerto.

Así es a veces la memoria humana: donde no crees que nada te va a ser familiar, súbitamente encuentras algo que te hace sentir como si estuvieras en casa. Y por contra, donde esperas encontrar algo familiar puedes encontrarte con que todo ha cambiado.
Lo bonito como siempre es, vivir para contarlo.

miércoles, 16 de enero de 2008

Reglas de la MASA CRÍTICA (para quien no lo conoce)

Habitualmente se habla de masa en contraposición a individuo, como si fuera algo borregil, una especie de falta de cerebro de la gente que se reune, que se sustituye por líderes que llevan a la masa de un lugar a otro. Unos piensan y otros no, simplemente.

Millones de veces he tratado de explicar que el individuo cuando se agrupa no necesariamente es masa. Me tengo que sentir hoy orgullosa de haber encontrado un ejemplo que contradice los argumentos en contra de las agrupaciones humanas que estoy escuchando últimamente, de la mano de amigos y amigas, no creáis que estoy hablando de clases de la facultad ni mucho menos.

(Cómo me encantaría, Izara que leyeras esto... quiero que me lleves la contraria, esto te lo dedico a tí... lo sé, lo sé, todavía no me he leido a Ortega y Gasset, no puedo hablar...pero es que, ya sabes que me encanta discutir ;) aunque sea por vicio.

Vamos a ver... ¿qué es eso de que hay un hombre/mujer masa y un hombre/mujer no masa?

Aquí va el ejemplo del que hablo... la masa crítica. Se trata de una concentración de ciclistas para pedir el carril bici. Lo inventaron en Estados Unidos, para que luego digamos de los americanos...

Y sus bases son estas, respecto a las concentraciones y marchas por la ciudad:

1. Hay que comprender la estructura de la Masa Crítica.
La MC no tiene dirigentes. Es un acontecimiento, no una organización. No hay ningún grupo nacional que autorice los paseos locales. En todas las ciudades en las que existe la MC , lo que ocurrió es sencillamente que uno o varios ciclistas eligieron un día y una hora y comenzaron a repartir octavillas. Si tu ciudad no tiene MC, eso es lo que tienes que hacer. No necesitas que nadie autorice tu paseo. Simplemente lo haces.

2. Hay que poner las cosas en perspectiva.
La Masa Crítica puede ser divertida, pero la Masa Crítica por sí misma no cambia nada. La MC sólo es eficaz si secombina con una militancia real; por ejemplo, dirigirse a las autoridades estatales y municipales para conseguir carriles bici y una legislación progresista. Si lo único que hacéis tú y tus colegas es dar un paseito en bici una vez al mes, no te sorprendas de que no pase nada.

3. Decidir un día, hora y lugar de inicio
Es necesario que la MC se celebre cada mes en una fecha y un lugar fija para que la gente siempre sepa dónde y cuándo es. Es tradicional el último viernes del mes, pero muchos grupos han optado por otra fecha. En los EEUU es bastante habitual convocarla a las 17.30, pues mucha gente sale del trabajo a las cinco; hay que adaptarse a los horarios de trabajo de cada país. No es conveniente establecer un horario de invierno y otro de verano, pues puede dar lugar a confusión. En muchas ciudades se sale del campus universitario, pero puede ser preferible elegir otro punto de partida para que no dé la impresión de que la MC es un movimiento estudiantil.

4. No pedir autorización.
Cuando la policía municipal se entera de la movida, a veces insiste en que se necesita un permiso, por ejemplo un permiso de manifestación. No hay que entrar en ese juego. La cuestión de la Masa Crítica es que ir en bicicleta es un derecho, no un privilegio. Es posible que amenacen con deteneros si circuláis sin autorización. Ante esta situación, hay que plantearse si uno está dispuesto a ser detenido para hacer valer sus derechos. La decisión puede no ser fácil. (A la MC de Austin se le dijo que necesitaba un permiso, la gente se negó, y algunos ciclistas fueron detenidos. Los masacritiqueros fueron a juicio y, o bien les dieron la razón, o los echaron de la sala. En otras ciudades, como Nueva York, hubo episodios similares, pero al final salieron victoriosos.)

5. Qué itinerario elegir.
La mayoría de las MC no tienen un itinerario fijo; se hace un paseo aleatorio por el centro de la ciudad, los que casualmente van delante dirigen. Por supuesto que es posible establecer un itinerario, pero no es necesario.

6. Enterarse de las normas de tráfico.
Si la MC atrae a un número apreciable de ciclistas, atraerá la atención de la policía. Los ciclistas pueden optar por respetar o no respetar la normativa, pero en cualquier caso hay que conocerla para saber si uno la está infringiendo o no. Consultad la normativa en la página web municipal y nacional. En la mayoría de los países, los ciclistas deben obedecer las mismas normas que los automovilistas, por ejemplo en lo que se refiere a semáforos y señales de stop. Normalmente también hay obligación de llevar luces por la noche, y puede haber limitaciones en cuanto al número de bicicletas que pueden circular en columna. Algunos ciclistas ignoran las normas que no afectan a la seguridad (por ejemplo circular en columnas de a tres en vez de columnas de a dos).

7. ¿Vamos a bloquear el tráfico?
El aspecto más controvertido de la MC es la medida en que bloquea el tráfico. A los masacritiqueros les gusta decir “No bloqueamos el tráfico, somos el tráfico”. Es una frase ingeniosa pero un poco boba. Es como que un asesino dijera “yo no he matado a ningún humano, yo SOY humano”. El hecho de que las bicicletas sean usuarios legítimos de la vía pública no significa que no ralenticen a otros usuarios de la vía; especialmente cuando ocupan varios carriles.
Recordad que la MC se supone que es una celebración del ciclismo, no una oportunidad de ver cuántas molestias les podemos causar a los demás. Se trata de hacer valer nuestros derechos a usar la calle, no de negarle a los demás los derechos suyos.
Conviene dejar al menos un carril libre para los coches. El ocupar todos los carriles durante todo el tiempo puede resultar divertido, pero hace que la policía se te eche encima antes. Los automovilistas son capaces de coger el móvil y llamar al número de emergencia si se ven bloqueados al 100%. Además, ésta no es manera de ganar simpatías. ¿Hacemos la masa crítica para mostrarles a los automovilistas que ir en bici puede ser divertido, o simplemente queremos fastidiarlos? Eso es una cuestión muy personal a la que cada uno deberá responder en conciencia.
Incluso si decidís que no queréis ocupar carriles a lo bestia, tened en cuenta que no se puede controlar a los ciclistas; habrá quienes quieran tomar todos los carriles todo el tiempo. Si ése no es el matiz que le queréis dar a vuestra MC, decidlo así en las octavillas que distribuyáis, e intentad convencer por las buenas a quienes no se atengan a ello. Por desgracia, si dos personas de entre 200 se comportan como imbéciles, serán ellos quienes le darán la fama a la MC , y no los restantes 198. Pero como la MC no tiene dirigentes, no se le puede ordenar a nadie que circule como queremos; sólo podemos intentar persuadirlo.

8. Enfrentamientos con los automovilistas.
Hostigar a los automovilistas no sirve de nada. Podemos hacer valer nuestros derechos sin ponernos en plan imbécil. Muchos masacritiqueros adoptan una actitud cortés hacia los conductores, sonriéndoles y saludándoles con la mano, incluso cuando les pitan y les insultan. (“Yo pedaleo y no me cabreo”) Algunos aún van más allá, entregando flores, sosteniendo pancartas en las que pone “Perdón por las molestias” o distribuyendo octavillas en las que se pide disculpas por las mínimas molestias una vez al mes y explicando el porqué de la MC. Si queréis evitar los enfrentamientos con los conductores, poned algo al respecto en las octavillas con las que promocionáis la MC.

9. Haced octavillas y dadle publicidad a la MC.
La mejor forma de publicidad son las octavillas colocadas directamente en las bicis; así tenemos la seguridad de que un ciclista la va a ver. (Se pueden agarrar a las bicis de muchas maneras, pillándolas con la manilla del freno, o sujetándolas entre los cables de los frenos y las marchas.)
También conviene anunciar la MC en las tiendas de bicis. Y hay que informar a los clubes o asociaciones de ciclistas. Una página web sencilla no cuesta mucho trabajo de preparar, y hay muchos servidores donde se puede colocar gratuitamente.
10. Estad preparados ante una intervención policial.
La policía puede que aparezca o que no aparezca. Pero si ocupáis sistemáticamente todos los carriles o acosáis a los automovilistas, es casi seguro que aparecerá. Es posible que os hostiguen por infringir las normas de tráfico, o incluso sin que estéis violando ninguna norma. La mejor forma de protegerse contra una acción policial excesiva es una cámara de vídeo. (Aunque se han dado casos de incautación indebida de cámaras y cintas.) Un masacritiquero de Austin montó una cámara en su casco. Otro de Valencia también lo hizo.

11. Sed creativos.
La MC puede ser un acontecimiento festivo. Muchos ciclistas se disfrazan o decoran sus bicis de forma extravagante. Echadle imaginación. Así será más divertida.

La Masa Crítica tiene un matiz distinto en cada ciudad; hay grandes variaciones en cuanto a tamaño, respeto (o falta de respeto) de las normas de tráfico, interacción con los automovilistas, intervención de la policía. Así pues, si quieres averiguar más cosas sobre la Masa Crítica , tendrás que enterarte de cómo es tu paseo local.
Adaptado y traducido por Anahí Seri Texto original en inglés http://critical-mass.info/howto/

"Los ciclistas unen sus fuerzas para alcanzar una masa crítica"
Thomas Wasper

Una bicicleta te lleva al sitio, y más. Y siempre hay un atisbo de peligro que te mantiene alerta y con un cierto grado de inquietud. Los perros vuelven a ser perros y te muerden la gabardina; los baches se convierten en algo personal. Y te lo pasas bien llegando a tu destino. – Bill Emerson

Desde el día en que Karl Drais dio la primera pedalada en su velocípedo (el precursor de la bicicleta de hoy en día), las bicicletas han competido por su porción de asfalto. Allá por 1817, cuando Karl rodaba sobre su modernísimo artilugio, tenía que estar atento a los carros de caballos.
Los ciclistas modernos deben competir con otro tipo de caballos, la potencia del automóvil, por eso es importante que alcancen una masa crítica.
En Long Beach, esta hazaña es posible gracias a un movimiento ciclista llamado precisamente Masa Crítica. La Masa Crítica se reunió por primera vez en San Francisco en 1992 debido a la creciente frustración de los ciclistas que compartían la calzada con automovilistas que percibían como negligentes. El nombre Masa Crítica se tomó de un documental de 1992, Return of the Scorcher, sobre los ciclistas en China. En una escena frecuente de la película se ve a un grupo de ciclistas que están esperando en una calle con mucho tráfico, sin señalización, y que lo la cruzan hasta que se ha reunido una “masa” suficiente, la cual les permite, por la fuerza de los números, salvar la intersección con seguridad.Dominic Dougherty, un vecino de Long Beach que ha sido un entusiasta de la bici a lo largo de la mayor parte de sus 24 años, inició la versión local de la Masa Crítica en marzo de 2006. El anterior grupo de Masa Crítica de la ciudad había dejado de salir el año anterior. Dougherty la quiso reavivar y empezó la suya.Pero Dougherty describe sus paseos en grupo no como una organización sino como “un evento, una especie de fiesta”.

“La Masa Crítica nunca se organizará. No tenemos socios”, continúa. “No somos los Hell’s Angels del ciclismo. Somos un grupo de ciclistas independientes que casualmente nos reunimos en un mismo lugar y damos un paseo juntos. No hay líder. Quienes estén en la delantera hace de líderes.”“Comenzamos juntos y nos gusta acabar juntos”, dice Dougherty.Una de las razones por las que se apiñan es la seguridad, considerando que van por la calzada y ocupan todo un carril gracias a los muchos que son.
No suben nunca a las aceras, lo cual, como recalca Dougherty, va en contra de la ley*. En su opinión se debería cumplir la ley más estrictamente.“Si hubiera más bicis por la calzada, tal vez los automovilistas se darían cuenta que es ahí donde deben estar las bicis.”Finalmente, Dougherty piensa que la Masa Crítica puede lograr lo contrario de lo que se propone si se molesta a los automovilistas que ven que los ciclistas ocupan todo el carril y que no conocen los derechos del ciclista.

( * Hablamos de las leyes estadounidenses, por supuesto. Aquí el tráfico ciclista está permitido por las vías urbanas, y prohibido por las aceras de cierta medida que no recuerdo, de modo que es prácticamente imposible otra opción.)

-Legalmente no se considera manifestación, porque no pertenece a ningún movimiento político y normalmente los que asisten no van en nombre de nadie ni llevan bandera alguna. Salvo la emblemática camiseta de Bici-crítica, con el lema "Alegría entre tus piernas" y el propósito de concienciar a los conductores de que los ciclistas también cabemos en la ciudad, y pasar un buen rato.