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martes, 7 de agosto de 2012

Septiembre

September... El mes de las preocupaciones. Una de las tradiciones más repetidas en mi vida de estudiante era el sentimiento de Septiembre. Recomenzar. Creí haberme librado de ello, pero obviamente no. Mi empresa cambia de dueño. Y echan a la calle a gente (a mí concretamente, entre otros posiblemente...). Empieza el peloteo, la gente se pone nerviosa, el clima laboral cambia. También creí estar a salvo de la inseguridad laboral, pero ¿quién lo está? Muy pocos. De todos modos...recapitulemos: Perdí un trabajo, en febrero, encontré otro. Me movieron a otra escuela. De trabajo en trabajo y tiro porque me toca... No es para quejarse, no. Al menos hay trabajo al que aferrarse. Aferrarse, si. Quien pudiera vivir sin tener que aferrarse a algo. En este caso, a un trabajo. Quien pudiera vivir sin tener que depender del dinero. Otro gallo cantaría. Ahora, no me quejo de la situación laboral. Me quejo de haber encontrado el amor, o algo que parece ser amor. De tener pareja justo ahora. En otro país, con alguien que ni siquiera es de Irlanda. Porque... Anula todo sentimiento de seguridad. Si cualquiera de los dos se cansa, se va a su país. ¿y quién se va a mover? Probablemente antes me vaya yo a Francia que él a España con la que está cayendo. Escuchadme...si viajáis, NUNCA os enamoréis. Porque, es el fin de la seguridad. Todo lo que supones que sería de un modo, nunca será como imaginaste, será simplemente de otro modo. Aleluya. Por locura que parezca, mi vida ya no tiene ni pies ni cabeza, o ya no suena como la inventé a mis 24 años: con un español, trabajando en un colegio público, hablando mi propio idioma. Desde que puse un pié fuera de Madrid, todos esos sueños ya no son lo que eran. Son una sombra de lo que eran. Ahora, lo que he encontrado es mucho más valioso que todas esas expectativas de libro, aunque cuesta el doble. Y si dura, ha durado. Si no dura, bueno, pasamos página y a reinventar la vida. ¿Para qué complicarse? Al final es simple: es ir dando con lo que quieres, reinventando el libro de tu vida. En el mío, me gustaría que dijera: Y fueron felices y comieron lechugas (soy vegetariana)." Y tuvieron niños multicolores, o multilingues (que hablaban 3 lenguas: inglés, francés y español) y se quisieron mucho mucho, tanto que es aburrido hablar de ello. No quiero dar envidia, la verdad es que sería mucho más fácil si todo estuviera en el mismo país: familia, amor, trabajo... Mi vida por ser simple.

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