Urbanismo Protesta

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martes, 1 de febrero de 2011

Spanish teacher! :)

Sacar un pié de tu país puede suponer un cambio tan grande que a la vuelta no te reconozcas.Por eso es poco recomendable viajar si tu vida es lo suficientemente estable y maravillosa (o lo crees así) como para ignorar la aventura de pisar otros países.

Estos días estoy hablando, para no variar últimamente, con gente de todos los lugares inimaginables e imaginables.
Hasta había una muchacha de la india en una fiesta a la que me invitaron. Dublín es tan diverso que a veces dudo de estar realmente en Irlanda, en vez de una tierra con multitud de nacionalidades.
Últimamente algo ha hecho que, encuentro tras encuentro mi vida en Dublín sea mucho más interesante: Conocí a una vasca que está dando clases de español en un centro autogestionado, y me ha invitado a dar clases con ellos. No puedo sentirme menos orgullosa de comenzar mi andadura commo profesora-aunque voluntaria-de español en el extranjero, y sobretodo de tener nada menos que 9 alumnos (Increiblemente cierto, aunque difícil de manejar, teniendo en cuenta que mi clase está compuesta por cuatro irlandeses que entienden español pero no lo hablan, dos italianos que traducen directamente de su lengua, y dos irlandesas que tienen la gramática y que hablan un poco.
Parece un caso práctico de exámen, pero es un caos teniendo en cuenta la ausencia de materiales del centro autogestionado (Un sitio genial, un poco desorganizado, pero un espacio increiblemente bueno para las asociaciones irlandesas, que se llama Seomra Spraoi) y la desorganización del equipo de profesoras (todas nosotras voluntarias sin proyecto educativo alguno).
Las clases cuestan a partir de 2 euros, y la gente paga al final de clase.
Me hace realmente sentir que cada clase debe ser única y merecer el precio que pagan, que aunque sea bajo, tiene que merecer la pena sí o sí.
Me recuerda a una clase de la universidad en la que un profesor comentaba que en la antigüedad los alumnos pagaban al final de la clase si les había gustado realmente. Me hace sentir que les debo una buena clase y no cualquier cosa.

Sea como sea se trata de una grata experiencia que no podría tener en mi propia ciudad.

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