miércoles, 13 de junio de 2012
Me ha dicho internet que España ha sido rescatada económicamente.
Qué bien, ya esta igual que Irlanda. Jodida y controlada por el banco internacional.
Hurray! Ya no tendré que soportar los comentarios de mis amigos españoles sobre Irlanda: Bah, tan bien no estarán, si han tenido rescate económico! Como si no fuera lo mismo para todos!!!!
Me pone negra la maldita manía de los españolitos de separarse del resto de Europa mentalmente. Nos guste o no, estamos en el mismo barco.
(Y nos guste o no, el barquito de cascara de nuez hace aguas. Qué bien, a nadar todos como lindos pececitos.)
Sonrisa de oreja a oreja, al menos tenemos todavía casa (e hipotecas) y sueños. Los sueños son lo que cuenta ahora mismo.
jueves, 24 de mayo de 2012
Galimatías pedagógico
Querer cambiar el hecho de que un grupo de niños hagan las cosas porque reciben dulces como premio SIEMPRE, diciéndoles que el premio es que en cuanto hagan algo bueno recibirán reconocimiento de sus mamás o papás, conseguir que recojan los juguetes REQUETEBIEN ( Eureka! lo logré, van a dejar de intercambiar dulces por acciones buenas...Sí)...
Y tristemente descubrir que cuando las mamás van a recogerlos, y se lo comentas "eh, tu hija ha estado ayudando, se ha portado muy bien".
La respuesta es: Qué bien, cielo, te voy a comprar un huevo kinder de chocolate.
¿Es eso reconocimiento social remarcado por un dulce? ¿o es volver a lo mismo: intercambiar dulces por acciones?
Probablemente no...simplemente son dos premios en uno, el reconocimiento y el objeto material (el dulce).
No sé, de cualquier modo me parece que es como estar adiestrando focas: un pescadito cada vez que hacen algo bueno.
País de locos.
(como si el mío no lo fuera...menuda escusa. Pensamientos en voz alta que no puedo expresar porque me mirarían raro.)
Uno de los inconvenientes de vivir en otro país, es simplemente el hecho de vivir en otro país. A partir de cierto tiempo se convierte en normal y empieza a picarte cierto criticismo que no tenías antes, cuando estabas simplemente "aprendiendo inglés" o merodeando y conociendo maravillosos parajes.
Lo más triste es el hecho de mirar por la mirilla de los medios de comunicación España, y ver en lo que se está convirtiendo (las últimas reformas laborales dan miedo) y cómo la crisis va mellando los ánimos de mis amigos y si les digo: hoy estoy estresada porque trabajé mucho, me preguntan mil cosas como cuánto gano, cuantos niños hay en mi aula y cuanta gente trabaja conmigo. Y pierdo la batalla de protestar, porque siempre hay un amigo que está peor en España.
(Los hay incluso sin trabajo alguno, fíjate si tendré pocas razones para quejarme)
Pero es que, no hay nada más doloroso que sentir que tu país se va a pique económicamente, y que con tanto recorte no va a quedar nada que llevarse a la boca.
Hace algunas entradas, defendía el optimismo, pero esta crisis está mellando mi propia esperanza de regresar a Madrid algún día (si es que realmente quiero regresar que no lo tengo nada claro, para ser sincera...) y mis ganas de hablar con mis amigos españoles. Porque siento siempre cierto aura de pesimismo, y la brecha que nos separa- sobretodo la que nos separa en cuanto a situación económica y posibilidades laborales.-
Es como sentir que una parte de tí se separa lentamente, se aleja, y no sabes si quieres recuperarla realmente o dejarla irse...
Posiblemente nunca se irá. La última vez que fui a Madrid, me sentí bien por un lado. Por otro, desconectada, lejana. Deseando pertenecer más que nunca a mi país, y queriendo seguir la vida allí.
Por otro lado, mi corazón tiraba hacia Dublín y todas las novedades, y experiencias. Y no pude evitar sentirme entre dos mundos. Queriendo vivir en ambos al mismo tiempo.
No es que no quiera vivir en Madrid. Es que mi vida en Dublín me gusta más. No es que no quiera vivir en Dublín, es que a veces echo de menos Madrid y la vida madrileña.
No es que quiera volver. Es que me da pena reconocer que realmente me he ido. No es que quiera quedarme, es que no puedo irme. Y tampoco es que no pueda irme, es que también quiero quedarme.
Mar de contradicciones, lo sé. El día que lo entienda, quizá sea posible de explicar un poco mejor.
Happy days!
domingo, 29 de abril de 2012
Froda me mira con curiosidad. Soy la única que no habla con él con acento irlandés. Somos ambos de fuera, él es sueco y yo española.
También soy la única que espera a que él se acerque, sin darle órdenes (porque tampoco es mi trabajo, él está en el aula de al lado) y que le dice "hi how are you" con una sonrisa en los ojos.
Lynda no tiene demasiada paciencia con los niños un poco lentos, y yo creo que Froda no es lento, simplemente no entiende muchas cosas (apenas lleva 4 meses en Dublín, sus padres, ambos suecos se mudaron hace poco a la ciudad).
Un día salgo al patio a apoyar el aula de 2-3 años y me pongo a jugar con ellos. Froda me mira en silencio y me pasa una raqueta de plástico para que les tire las pelotas al aire (qué le voy a hacer les gusta recoger las pelotas, parece un juego para perros, pero se divierten). Se me ocurre una innovación, lanzo tres pelotas al aire. Los niños estallan en risas, y puede que sea la primera vez que oigo al niño sueco reírse a carcajada limpia.
No sé si lo sabe, pero me identifico a veces con él, porque parece tan solo en medio de gente de otro país...tan perdido. Como yo cuando llegué a Dublín por primera vez y me hablaban deprisa. Un galimatías.
Espero que aprenda muchas cosas. Me mudo de Escuela infantil, al aula montessori.
AULA MONTESSORI, hurray!!!. Estoy contenta, pero sé que voy a echar de menos a los niños de mi aula (aunque no hablen y sólo sepan emitir sonidos guturales y llorar de vez en cuando).
Siento que mi energía se mueve en la dirección adecuada. O eso espero. Mañana empiezo y habrá tantas cosas que aprender y que contar, que tengo que descansar muy bien. Sigo siendo una extranjera, con un nivel un poco mejor de inglés, y siempre tengo que duplicar el esfuerzo más que cualquier nativo, lo sé.
viernes, 13 de abril de 2012
¿?
Madrid...Mañana nos vemos. No puedo evitar esos nervios pre-viaje, y esa sensación de extrañeza que siempre me entra cuando vuelo a casa. Home.
Mis compañeras de trabajo me preguntaron Are you going Home?
Y es cuando noté ese sentido de casa, propiamente dicho, no casa como espacio de cuatro paredes, sino la tierra donde nací.
Cada cierto tiempo recargo pilas en Madrid, y me acuerdo de que soy española, de cuál es mi verdadera naturaleza. Una chorrada, lo sé, pero es algo que sólo siente el que vive en otro país. Desde que sentí que mi permanencia aquí es más duradera, hay días en los que me pregunto si es la decisión correcta o no.
No hay bien o mal que dure cien años dicen. Y quizá mi miedo más profundo no es el de tener que quedarme a vivir en Dublín. Es el de tener que volver. Mal asunto, mi mundo está dado la vuelta, literalmente, y ya no sé cuál es realmente mi hogar. My home.
Probablemente Madrid, aunque Dublín está últimamente ganando puntos para ser considerado también un hogar. Y España perdiendo puntos para ser considerado un hogar (la crisis, quizá sea lo que me haga sentir miedo de volver)
Para qué engañarnos, donde una puede desarrollarse emocionalmente y económicamente (la independencia es importante) también se puede considerar hogar. Porque facilita el crecimiento.
Ahora...sigo sintiendo que la familiaridad de Madrid me hace sentir mi propia forma de ser.
No espero ser comprendida, es algo que hay que vivir. Lo siento.
Mis compañeras de trabajo me preguntaron Are you going Home?
Y es cuando noté ese sentido de casa, propiamente dicho, no casa como espacio de cuatro paredes, sino la tierra donde nací.
Cada cierto tiempo recargo pilas en Madrid, y me acuerdo de que soy española, de cuál es mi verdadera naturaleza. Una chorrada, lo sé, pero es algo que sólo siente el que vive en otro país. Desde que sentí que mi permanencia aquí es más duradera, hay días en los que me pregunto si es la decisión correcta o no.
No hay bien o mal que dure cien años dicen. Y quizá mi miedo más profundo no es el de tener que quedarme a vivir en Dublín. Es el de tener que volver. Mal asunto, mi mundo está dado la vuelta, literalmente, y ya no sé cuál es realmente mi hogar. My home.
Probablemente Madrid, aunque Dublín está últimamente ganando puntos para ser considerado también un hogar. Y España perdiendo puntos para ser considerado un hogar (la crisis, quizá sea lo que me haga sentir miedo de volver)
Para qué engañarnos, donde una puede desarrollarse emocionalmente y económicamente (la independencia es importante) también se puede considerar hogar. Porque facilita el crecimiento.
Ahora...sigo sintiendo que la familiaridad de Madrid me hace sentir mi propia forma de ser.
No espero ser comprendida, es algo que hay que vivir. Lo siento.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)