Como soy una escritora compulsiva, y no tengo remedio alguno, y menos con este síndrome primaveral que me perturba el ánimo, con premeditación y alevosía dejo cuestiones como la conciencia, los cheques escolares y el liberalismo económico (que me está causando picores en un brazo, por no decir urticaria) para el momento en el que pueda proporcionar una respuesta decente y fundamentada.
Y mientras, cómo no, porque yo lo valgo, os invito a leer una poesía para que compartáis conmigo ese sentimiento de estupidez primaveral que me invade todos los años:
Mírate en el espejo del mundo
Ríete con la risa de la gente
Vive con los relatos de otros
Sé, con los brazos abiertos
Ama con los ojos cerrados
Sueña con alas de ángel,
Sé, aunque duela
Aunque se nos enreden las manos
Al acariciar el alba
Aunque truene el cielo
Sé, con los brazos abiertos
Aunque te golpee la vida dos veces,
Sé con los brazos abiertos,
Una palabra, una canción, una brisa que sopla,
Un niño que ríe
Otro que llora
Cualquier momento es único
Cualquier camino tiene un nombre,
Tu nombre escrito en las piedras.
De yo, Sara
martes, 1 de abril de 2008
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3 comentarios:
Bonito. Tiene imágenes muy límpidas, me inspira muchas cosas. Es especial "sueña con las alas del ángel" y "una palabra, una canción, una brisa que sopla" Ese último me llena de melacolía :´)
Saludos.
Gracias, te invito a pasarte cuando te dé la santa gana por aquí
¿Tú también escribes?
Sip, poesía. Antes hacía novela, pero dejé por un problema de manía perfeccionista que me obligaba a repasar y reescribir todo tantas veces que acababa por dejarlo incompleto y pasar a otra cosa. Ahora estoy haciendo guiones de historieta, me resulta mucho más fácil.
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