Las Escuelas Infantiles privadas no siempre son lo mejor.
1. Son lugares donde los niños se ven obligados a llevar un ritmo ajeno a sus necesidades, por el gran numero de niños que tieneny la sobrecarga de las educadoras infantiles. Esta circunstancia se da menos en las Escuelas de la Comunidad de Madrid, que respetanmás las leyes.Habitualmente, en cada casa el niño come a un ritmo propio. En la Escuela no puede ser así, dado que el número de niños puede llegar a ser mayor de lo que marca la ley, y algunas tienen un horario ajeno a la flexibilidad que necesitan los niños de 0 a 3 años.
2. La amplia ratio reduce la posibilidad de una atención individualizada y la auténtica riqueza que puede derivarse de que los niños estén encontacto con otros niños de su edad. A esta edad el juego es en paralelo (salvo en el nivel de 2 a 3 años),lo cual supone que tampoco incide del todo en su desarrollo social. El desarrollo social del niño/a respecto a sus iguales, se da cuando el niño tiene una madurez, no antes por mucho que nos guste a los adultos afirmar lo contrario respecto a nuestras criaturas más cercanas.
Y esto suele ser a partir de los 3 años, pero antes es más importantela relación con el adulto.Relación que por otro lado no se puede dar tan detenidamente si tenemos en cuenta la masificación de las escuelas privadas.
3. La paga de las educadoras infantiles no da para vivir a nadie.Actualmente el salario mínimo (que es lo que pagan en las escuelas privadas, salvo las que no cumplen el mínimo) está en 7,83 euros netos.
Con ese salario no puede vivir nadie, a no ser que sea en piso compartido o tenga una pareja con un mayor salario.En las Escuelas infantiles públicas el salario es mayor que en las privadas.
Unas malas condiciones laborales pueden conllevar un ánimo ya negativo a realizar un buen trabajo, y más aún si tenemos en cuenta que el material suele escasear en las escuelas privadas, bajando considerablemente la calidad de la educación y del servicio que publicitan.
4. Algunas escuelas infantiles no cumplen los requisitos mínimos de higiene en la elaboración de las comidas y en la distribución de los alimentos.
5. Las trabajadoras están tan contadas que si faltan pueden perder su puesto de trabajo. Lo que significa que si están enfermas de algo que les han pegado los niños, pueden pegárselo a otros. Esto es una falta de responsabilidad por parte de los empresarios.
Por eso, a cualquiera que no tenga más remedio que llevar a una escuela infantil privada a sus hijos, le recomiendo lo siguiente:
- Que pregunte por los menús que se ofrecen, el servicio (si es de catering o tiene cocineros, si la comida viene de otros centros...)
- Que observe si las educadoras son cercanos, si los niños tienen conductas de apego hacia ellas o no, si entran contentos o no...
- Habitualmente la imagen se prioriza mucho, pero no es el factor más importante a la hora de conocer las condiciones de los niños en el aula.
Mi jefa me hacía subir a la planta de arriba cada vez que llegaban los padres, para demostrar que había suficientes educadoras por cada aula. Con este sencillo truco se pueden maquillar ratios y número de educadores, así como ocultando cunas con bebés.
Por ley la ratio está más o menos así
8 En bebés
12 En 1-2 años
14 En 2-3 años
Teniendo como mínimo una educadora en el aula (la tutora) y una auxiliar para las comidas, siestas y momentos de cambio de pañales.
Supongo que si pagas tienes que tener derecho a saber cuántos niños y niñas hay en el aula. Esa es otra cosa que conviene que sepan los padres y madres en las escuelas. Hay gente que conozco que ha trabajado con 20/25 niños sin apoyo en el aula. Ni que decir tiene que hablamos de una edad cuya atención individualizada es importantísima.
Algunas escuelas ofrecen servicios estupendísimos como la piscina para niños/as, pero no nos engañemos, lo que cuenta es cómo está siendo el trabajo con los niños en el aula y cómo se está tratando al personal.
Es muy poco de fiar un aula en el que no te dejan entrar a recoger tus hijos, porque seguramente significa que algo se oculta ahí (como por ejemplo el número de niños, o la falta de espacio para hacer cosas) aunque hayas entrado en el aula en un momento en el que estuviera vacía. Precisamente vacía no te va a indicar nada de lo que realmente sucede allí.
También es interesante pedir el proyecto educativo o tener la oportunidad de hablar con las educadoras que atienden a tus hijos en tutorías, para tener un seguimiento de lo que hacen a diario, o bien para comunicar los problemas que puedan ir surgiendo.
Si son Escuelas Infantiles, tienen que tener un proyecto educativo, porque es obligatorio por ley tenerlo.
Después de esta charla sólo me queda decir una cosa: ¡Basta ya de crear Escuelas Infantiles privadas sin condiciones decentes! Que les hagan revisiones de verdad, y si lo creen conveniente las cierren a cal y canto. Con la primera infancia no se juega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario